Versos del 1 al 18
Contra Tiro y Sidón. Este oráculo, donde se menciona tanto a Tiro como a Sidón, en realidad va dirigido contra los fenicios en general.
Éstos habían prosperado mucho económicamente, lo cual les daba también un cierto poder político.
La posición geográfica de Tiro le permitía beneficiarse del tráfico comercial, lo cual era aprovechado para oprimir al resto de los pueblos.
No hay una descripción detallada de la caída de Tiro, pero sí queda el registro de las distintas veces en que fue amenazada y semidestruida.
La destrucción total no llegaría hasta el s. IV a.C., con Alejandro Magno.
En este capítulo se remarca que la altivez precede la caída.
Antiguamente Tiro y Sidón fueron reconocidos como puertos de comercio marítimo internacional, para la movilización de mercaderías, lo que les trajo gran bonanza y con ello la exaltación del consumismo humano.
Lo anterior hacía prevalecer el egocentrismo y, por ende, la instauración desmedida de la proliferación de vicios.
Comparativamente el profeta la describe como territorio de prostitución, ya que donde hay bonanza económica, también se desencadenan ofertas de bienes y consumos.
El hombre bajo esta circunstancia tiende a caer en la tentación de la autosuficiencia despótica, por lo que su corrupción moral le lleva a ser el artífice de su propia destrucción.
Sin embargo, después de la caída vendría una restauración imperfecta, ya que no abandona su apego a los vicios, aunque su reconstrucción obedece al reconocimiento que hace de exaltar la Palabra de YEHOVAH Dios.