Versos del 1 al 6
Elección de amigo. En el diario vivir y en la frecuente relación con los demás es posible verificar esta enseñanza de Ben Sirá, quien aconseja guardarse de “los amigos sólo de nombre” (vs1).
De aquellos que con gran facilidad se convierten en enemigos (vs 2) y de aquellos que están ahí sólo cuando las cosas van bien (vs 4).
En cambio hay que preferir y hasta recompensar a aquel que se mantiene fiel en la adversidad en “tiempos de la batalla” (vs 5-6).
Versos del 7 al 15
Elección de consejero. Después de describir la psicología del consejero (vs 7-9), encontramos una lista de consejeros a los cuales es inútil consultar puesto que abiertamente estarían en contra nuestra (vs 10-11).
Para concluir que sólo dos consejeros son idóneos para la consulta: aquel que siempre respeta al Señor y que guarda sus mandamientos y que, además, siente como tú (vs 12).
Y en segundo lugar, el propio corazón (espíritu), esto es, la capacidad de discernir y de intuir lo que mejor conviene para sí mismo, el mismo corazón es el que finalmente se dirige al Señor para suplicarle que guíe nuestros pasos en la verdad (vs 14-16), ideal del hombre sabio.
Vs del 16 al 26
Los sabios. Del pensamiento y de la acción proceden cuatro grandes realidades que sintetizan la vida humana: bien y mal, vida y muerte, pero en definitiva, las cuatro se fraguan en la lengua.
Nuestra lengua puede generar mucho bien para otras personas o puede generar el mal, puede transmitir la vida si cada palabra refleja la verdad y el amor, pero también puede atraer muerte.
Ya es responsabilidad de cada uno establecer la calidad de sus palabras, determinar a qué o a quién sirve nuestra lengua, al bien o al mal, a la vida o a la muerte.
Versos del 27 al 31
Salud. Un consejo muy práctico para mantener la salud es no dar rienda suelta al apetito, esta instrucción refleja un ambiente de banquetes y comilonas frecuentes.