Versos del 1 al 38
Embajada a Roma. Después de la victoria militar, el autor presenta la victoria diplomática de Jonatán al enviar una comisión para ratificar con los romanos y con los espartanos pactos firmados anteriormente por su hermano Judas (1 Macabeos 8, 17) y por el Sumo Sacerdote Onías.
Los romanos hasta ahora no han sido mencionados, tampoco los espartanos, a los romanos poco les interesa intervenir como mediadores, prefieren la agudización del conflicto entre los países hermanos para aprovechar la división en su propio beneficio.
De otra parte, dice el autor que los judíos tampoco solicitaron el apoyo de sus aliados por una razón eminentemente teológica, ¿para qué importunar, si con la ayuda de Dios como aliado mayor, pueden derrotar a sus enemigos?.
Por primera vez se menciona un “consejo de la nación” (Vs 6) que luego se convertirá en el Sanedrín.
En el verso 9 se habla de los “libros santos”, para referirse a los libros de la Ley, los Profetas y otros Escritos.
Por esta época las autoridades religiosas judías están fijando el canon o lista de los libros considerados “inspirados”.
El autor cierra el paréntesis sobre la acción diplomática, para continuar con el relato del capítulo 11 que involucra la hostilidad permanente de los sirios, de nuevo el ejército de Demetrio huye ante la presencia del ejército judío.
La intención del autor en este caso, no busca mostrar la dimensión militar de los hermanos Jonatán y Simón, sino su liderazgo en la construcción y reconstrucción de Judá y Jerusalén (Versos del 35 – 38), tras un ejercicio democrático que involucró “la asamblea de los ancianos”.
Lástima que las construcciones se reduzcan a fuertes militares, murallas y barreras de separación y no se mencione soluciones concretas para los más pobres de la población.
Un ejemplo de cómo los gobiernos con el discurso de la guerra, invierten los recursos en armas antes que en inversión social.
Versos del 39 al 53
Secuestro de Jonatán. La ambición de Trifón incluye la eliminación de su “amigo” Jonatán y de su protegido Antíoco.
Trifón sabe que no puede vencer a Jonatán en la batalla, pero también sabe de la ambición judía por controlar el puerto de Tolemaida.
Le ofrece Tolemaida a Jonatán, quien la acepta cayendo ingenuamente en la trampa. Al llegar a Tolemaida es hecho prisionero mientras sus soldados son asesinados.
La ciudad, que tiempo atrás le había tributado riqueza, honor y poder, le ofrece ahora una cárcel. Mientras el pueblo llora a su líder prisionero, los pueblos vecinos buscan aprovechar el vacío de poder para “atacarlos y borrar su recuerdo de entre los Hombres” (Vs 53).
Con Jonatán termina el tercer ciclo de la familia de los Macabeos.
Impresiona el hecho que Jonatán despreció la ayuda recibida por YEHOVAH DIOS quien le otorgó la Victoria, cuando los aliados le habían dejado solo y en su desmesurada ambición volvió a Pactar con los traidores, retomando la alianza con los paganos.
Su deseo personal de obtener el control de la ciudad de Tolemaida, lo llevó a poner su confianza en Trifón, siendo esta la decisión que le otorgaría el fracaso definitivo.
En contraposición con el Juez Samuel, advertimos que el antiguo celo de Israel se basaba en clamar por la ayuda que viniera directamente del cielo, lo que resultaba en el éxito sobre sus enemigos.
Jonatán no aprendió esta lección por lo que su caída representa un hecho lamentable, por creer en el hombre con la ingenuidad solamente debida a YEHOVAH DIOS.