Versos del 1 al 11
Se describe el caso del culto del navegante, con lo que se recuerda el episodio del Arca de Noé (Génesis 6, 1-5).
La Conclusión en los vs del 7 al 11 se añade que los ídolos serán sometidos a juicio porque inducen a los hombres al mal.
No está exenta de actualidad, esta crítica que se hace a los ídolos hechos de manos humanas.
Casos se pueden constatar en contextos tanto religiosos como profanos.
El creyente de hoy día no ha de olvidar que la imagen más real de Dios se encuentra en el prójimo, hermano pobre, extranjero, huérfano y viuda que le rodean.
Versos del 12 al 21
Origen de la idolatría: la desgracia y el poder. El autor del libro de la Sabiduría sigue poniendo en duda la veracidad del culto a las creaciones humanas.
Ahora critica a las estatuas que representan a los seres humanos. Se puede estructurar de este modo su exposición:
1. Idea central (vs 12-14): siguiendo la tradición Bíblica de emparentar la idolatría con la infidelidad (Éxodo 34, 16; Deuteronomio 31, 16; Oseas 2; Daniel 3, 1-7).
Afirma al principio que los ídolos son de origen humano y llevan a muchos males, idea ya presente en pensadores de la Grecia antigua.
2. Ejemplos (vs 15-21): la idea central se ilustra con dos ejemplos de culto a las imágenes, veneración a los hijos muertos (vs 15-16), como se hacía en Egipto, y divinización de los reyes (vs 17-21).
La frescura de algunos textos de la Biblia es muchas veces sorprendente.
Aquí tenemos un nuevo ejemplo de cómo una composición de hace dos mil años, criticando la idolatría de las imágenes, puede tener aplicación directa a muchos ámbitos de nuestra vida, incluido el religioso.
Versos del 22 al 31
Consecuencias de la idolatría. Si en el apartado anterior se mostraba el origen de la idolatría, aquí se exponen sus consecuencias: principio, causa y fin de todos los males (vs 27).
Se enumeran algunos vicios y se proyecta la situación hacia el futuro: la condena en el juicio final (vs 30-31).
El tema de la corrupción de costumbres como consecuencia de la idolatría es clásico en los antiguos filósofos griegos y en la Biblia (Levítico 18, 21; Números 25; Romanos 1, 24-32) y manifiesta tanto el ambiente donde se hallaban inmersos como las reacciones que en ellos provocaban.
¿Cómo reaccionar ante la pérdida de valores humanos? ¿O ante ambientes similares al aquí descrito?.
Los antiguos creyentes no sólo hablaban de los premios futuros, sino que eran conscientes de la enajenación que todo aquello provocaba, como lo es actualmente.