Versos del 1 al 13
En línea con las enseñanzas deuteronomistas y proféticas, los sabios apuestan por un orden justo que sólo los seres humanos sabios, prudentes y honrados pueden ayudar a construir según el querer de Dios.
La justicia es garantía de vida, puesto que la justicia es una dimensión esencial de Dios. El que es justo y honrado atrae bendición para su pueblo.
Se trata, por tanto, de las consecuencias reales y concretas que sobrevienen cuando los miembros de la comunidad están empeñados en la búsqueda del bien, solidaridad, paz y justicia, entonces no puede sino cosecharse frutos buenos.
En eso consiste la bendición de la que nos habla el texto.
Versos del 14 al 21
El sabio ha observado cómo un pueblo que carece de guía se arruina, se pierde.
Por eso es importante que el guía del pueblo sea una persona sabia en el sentido que camine en rectitud y justicia.
El mal guía o mal gobernante es como el ser humano necio, el malvado o el que aborrece al Señor, es decir, el que rehúsa caminar según el querer de Dios su vida es una continua tragedia, así el pueblo también camina hacia su propia destrucción.
Versos del 22 al 31
La calidad de vida es responsabilidad de cada uno, la persona que cultiva el bien obtiene frutos de bondad.
De ahí la insistencia de los sabios en la necesidad de obrar correctamente y saber aprovechar todo lo que es bueno, esto ejercita al ser humano para la libertad, “el necio será esclavo del sabio”(vs 29).