Este Salmo es otro de la serie de quince llamados, “”Una canción para los peregrinos”. No tiene ningún autor asociado con su título.
Algunos creen que David fue el autor, otros creen que fue escrito después del exilio.
Otros exegetas consideran a Salomón como el autor ya que los versos del 8 al 10 son citados en 2 Crónicas 6, 41-42 como parte de la oración de Salomón en la dedicación del Templo.
El Salmo probablemente data de la era del reino de Salomón, a pesar que este último no se identifica a sí mismo como su compositor.
Los salmos 24 y 68 también se refieren a la llegada del Arca del Pacto a Jerusalén.
El Salmos 132 es citado en dos ocasiones en el Nuevo Testamento, Esteban citó el Salmo 132, 5 en Hechos 7, 46 y Pedro citó el Salmo 132, 11 en Hechos 2, 30.
Versos del 1 al 5
El corazón de David para la casa del Señor, el cantante empieza recordando a David, el gran rey de Israel, y todas las aflicciones que soportó antes de recibir el trono y todas las que tuvo que soportar después de hacerlo.
A parte del Mesías a quien se le da el título de hijo de David, David el hijo de Isaí es reconocido como el más grande rey de Israel.
David tuvo que soportar un gran número de aflicciones:
· Despreciado y criticado por su familia.
· Colocado en muchas circunstancias de vida o muerte.
· Acusado de traición y de complot.
· Atacó a los influyentes, a los poderosos y despiadados.
· Vivió muchos años como un fugitivo, un hombre buscado.
· Tuvo familia, hogar, amigos y carrera las cuales le fueron quitadas.
· Soportó una considerable temporada de retrocesos.
· Aceptado como rey solamente a regañadientes.
· Enfrentó a muchos enemigos de frente en muchas guerras.
· Abiertamente criticado y despreciado por su esposa.
· Sufrió debido a su propio pecado y escándalo.
· Tuvo grandes problemas y conflictos entre sus hijos.
· Sufrió un golpe de estado por su hijo, seguido de una guerra civil.
· Abiertamente despreciado y criticado por algunos de sus súbditos.
El salmista le pide a YEHOVAH DIOS que mire y se acuerde tanto de David mismo como de todas sus aflicciones, oró, “Señor, considera al hombre y también considera sus problemas. No dejes que ninguno sea olvidado o inútil”.
El poeta le pidió a YEHOVAH DIOS que recordara una promesa específica que le había sido hecha a David, el juramento mismo no está registrado en 2 Samuel 7, pero el corazón detrás del sí está registrado.
David estaba absolutamente dedicado a construirle un Templo a YEHOVAH DIOS, un lugar o morada.
La dedicación de David era tan grande que prometió rehusarse a muchas comodidades de su vida hasta que el trabajo estuviera completo.
Versos del 6 al 9
Nuestro corazón para la Casa del Señor, la mayoría de los comentaristas lo entienden como haciendo referencia al Arca del Pacto y asociando al Tabernáculo con ella.
Recuerdo de la temporada antes que David trajera el Arca y presumiblemente el Tabernáculo a Jerusalén, el Arca estaba perdida y bajo la dirección de David fue encontrada.
Como una de las canciones de los peregrinos, esta canción era cantada por ellos en su viaje al Templo en Jerusalén, principalmente durante las festividades.
Ellos recordaban y entendían el gran corazón que David tenía para la casa de YEHOVAH DIOS y lo usaban como inspiración mientras decían “Entremos, pues, en su morada, postrémonos ante la tarima de sus pies”.
Los peregrinos en su jornada recordaban las palabras de sus padres en el desierto, quienes clamaban mientras viajan, “Levántate, oh YEHOVAH y sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen” (Números 10, 35).
Cuando cantaban de la Bondad y de la Gloria del Templo, ellos también recordaban el lugar de sus sacerdotes.
Era apropiado que ellos fueran conocidos por la justicia en sus vidas y esto haría que “se regocijen tus santos”.
Verso 10
La Promesa de la Bendición de YEHOVAH DIOS, una oración para la Bendición del Mesías.
YEHOVAH DIOS prometió que no se olvidaría de los hijos de David (2 Samuel 7, 14-16), cuando el salmista oraba esto, oró por el cumplimiento de una Promesa que YEHOVAH DIOS ya había hecho.
El cantante pidió que el favor de YEHOVAH DIOS nunca fuera retirado de su ungido, cada uno de los reyes del linaje de David era el ungido del Señor, pero aquí vemos al máximo ungido, el Mesías, Yeshúa el Cristo, es una oración para la bendición del Mesías, el hijo ungido de David.
Versos del 11 al 12
La promesa de DIOS a David, en el verso 2 el cantante recordó como David hizo un juramento solemne al Señor.
A cambio, YEHOVAH DIOS le hizo un juramento solemne a David, como está registrado en 2 Samuel 7, 14-16. YEHOVAH DIOS nunca se retractará de tal juramento.
El salmista recuerda las Promesas que YEHOVAH DIOS le había hecho a David, promesas que el Omnipotente había hecho con un juramento.
Versos del 13 al 15
Se hace una conexión entre David y sus descendientes y la elección de YEHOVAH DIOS de Jerusalén “Sión” como su lugar de habitación para sí, el lugar de su reposo.
La Fe de la biblia está basada en la historia, en gente real, eventos y lugares. YEHOVAH DIOS pudo haber escogido cualquier lugar en la tierra como el escenario para que su drama de redención fuera presentado y deliberadamente escogió Sión.
Su morada no está de ninguna manera limitada a Jerusalén y a la tierra de Israel, pero es significativo que este era el lugar de su reposo.
Una vez que el Arca del Pacto se encontraba en Jerusalén, ya no había más necesidad de viajar al Tabernáculo.
El Arca, un símbolo de YEHOVAH DIOS encarnado, descansaría en medio de su pueblo para siempre.
YEHOVAH DIOS prometió tener una bendición material especial sobre Jerusalén e Israel, especialmente como parte de la bendición sobre la obediencia conectada al Pacto Mosaico (Deuteronomio 7, 13; 28, 8-12).
Versos del 16 al 18
La promesa de YEHOVAH DIOS para sus siervos, en el verso 9 el cantante oró para que los sacerdotes fueran vestidos de justicia.
Ahora él declara una promesa de YEHOVAH DIOS que también vestiría a sus sacerdotes con Salvación.
Cuando aquellos que sirven como los representantes de YEHOVAH DIOS son salvos, el Pueblo de DIOS da voces de júbilo.
Jerusalén también sería el lugar donde la fuerza prometida a David y a sus descendientes retoñaría, para hacer esto, DIOS preparó una luz, una lámpara para su Mesías, el máximo ungido.
Todos y cualquiera que se oponga al Mesías terminarán en confusión, pero sobre el ungido florecerá una corona, Su reino prosperará y durará para siempre.