Este Salmo tiene por título, “Al músico principal, sobre No destruyas. Mictam de David”.
La frase “No destruyas” se puede referir al tono, a la determinación de David de no destruir a Saúl o al ruego de David de que YEHOVAH DIOS no permitiera que él fuera destruido.
Se ha notado que Mictam indica algo dorado y que son Salmos dorados, algunos comentaristas dan un significado alterno del Mictam, aquel de engravar.
Un comentarista utiliza la idea de ilustrar a David escribiendo o raspando estos Salmos en las paredes de sus cuevas de refugio.
El significado apropiado de la raíz de Mictam es “grabar” o estampar un metal. Por lo tanto, estrictamente significa un grabado o escultura, así, en la Septuaginta, es traducida “stelographia”, una “inscripción en una columna”.
Al parecer, por los títulos de estos cuatro de los seis Salmos, que fueron compuestos por David mientras huía y se escondía de las persecuciones de Saúl.
¿Entonces qué nos debe de estorbar de imaginar que estos fueron inscritos en las rocas y en los costados de las cuevas que muy a menudo eran su lugar de refugio?.
Este punto de vista estaría acorde con el estricto significado etimológico de la palabra y explicaría la traducción de la Septuaginta.
Versos del 2 al 3
Un reto hacia los jueces inicuos. David dirigió este Salmo en contra de aquellos que eran en algún sentido gobernantes o jueces.
Algunos piensan que eran líderes alineados con Saúl los cuales pasaban juicio en contra del fugitivo David, condenándole a la sentencia de muerte como un traidor, él retó a estos gobernantes y la rectitud de sus decisiones.
Él escucha de un mensajero que alguna creada corte de líderes cercanos al Rey Saúl, se ha reunido y condenado judicialmente a David como un traidor, digno de muerte.
David es sobresaltado por la injusticia de ello y proclama este Salmo, indignado en contra de la corrupción, quizás porque ahora sentía el aguijón de ello.
Es la naturaleza humana el no tener cuidado por la corrupción gubernamental y legal hasta que nos hiere personalmente.
Al tomar el texto como es, David retó a aquellos líderes que debieron de haberle derrotado o a otros inocentes, pero en lugar de eso se quedaron sin pronunciar palabra.
Después de cuestionar las palabras y justicia de sus enemigos, David examinó sus intenciones y sus acciones.
Sus intenciones eran maquinar iniquidades y en sus acciones eran mostrar violencia en la tierra.
Versos del 4 al 6
Una descripción de los gobernantes inicuos, David diagnosticó el problema de los jueces, ellos eran impíos desde la raíz, en su naturaleza, desde el nacimiento.
Entendió esto de toda la humanidad, incluyéndose a sí mismo (Salmo 51, 6), su naturaleza corrupta era evidente desde la vida temprana, especialmente en sus palabras.
Nadie le debe de enseñar a un niño como mentir, con algunas hipérboles poéticas se puede decir que hablan mentira desde que nacieron.
La mentira no pasa sin hacer daño, es como veneno, las palabras de los jueces y gobernantes tienen un poder especial para oprimir a otros y su veneno es más letal.
Las palabras de estos jueces eran tan peligrosas como mortales, una serpiente impredecible.
Versos del 7 al 9
David clama a YEHOVAH DIOS para arruinar a los impíos, oró para que YEHOVAH DIOS tomara venganza en estos jueces peligrosos.
El poder de las serpientes y leoncillos estaba en sus muelas, David le pidió al Justo Juez que les quitara la mordida mortal.
Pidió por su dispersión rápida y completa para estos hombres y su poder, “pasen ellos como el caracol que se deslíe”.
Con una imagen severa y sorprendente, David oró por la muerte de sus enemigos o más bien, que jamás hubieran nacido para ver la luz del día.
Versos del 10 al 12
La confianza de David en el juicio de YEHOVAH DIOS.
El Hebreo de estas líneas son difíciles, pero la idea puede ser que David consideró que tan rápido un puñado de espinos se queman bajo el fuego de las ollas.
David oró para que el juicio de YEHOVAH DIOS llegara sobre sus enemigos, como una chispa de fuego.
Pensó en la felicidad que llegaría al justo en el juicio de YEHOVAH DIOS de aquellos gobernantes injustos y opresores, como si el justo caminara en los victoriosos campos de la batalla con YEHOVAH DIOS, sus pies lavará en la sangre del impío.
David deseó que el mundo viera que hay un orden moral bajo el Justo Juez, donde la justicia es recompensada y la iniquidad es juzgada.
Él deseaba por la justicia que estos gobernantes inicuos negaban, que el juicio de YEHOVAH DIOS llegara sobre sus enemigos, como una chispa de fuego.