Versos del 1 al 6
Sacrificaron la “Pascua” a los catorce días del mes primero, la “Pascua” que se había celebrado anteriormente fue en los días de Ezequías (2 de Crónicas 30, 1-3).
Esa “Pascua” tuvo que ser celebrada en el segundo mes, pero Josías pudo celebrar esta Gran “Pascua” en el tiempo señalado en el mes primero (Números 9, 1-5).
Josías entendió que se requeriría de una cantidad enorme de planificación y trabajo para llevar a cabo debidamente esta “Pascua”. Los sacerdotes necesitaban ser establecidos y alentados para esto.
Bajo la dirección de Josías, el sacerdote Helquías había encontrado recientemente una copia de la Ley de Moisés en el Templo.
Ahora nos enteramos que bajo las administraciones apóstatas de los reyes anteriores, Manasés y Amón, aparentemente el Arca Santa también había sido removida del Templo.
Ahora, el rey Josías ordenaba que fuera regresada al lugar que le correspondía.
Una de las principales características de la “Pascua” era el sacrificio de un cordero por cada familia (Éxodo 13, 43-49). Esto significaba una cantidad sustancial de trabajo para los sacerdotes.
Versos del 7 al 9
Esta fue una asombrosa generosidad por parte del rey Josías. Él proveyó de treinta mil corderos y cabritos para el sacrificio de Pascua, así como tres mil bueyes.
Esto muestra cuán apasionado estaba el rey Josías por tener una celebración de “Pascua” adecuada, que estuvo dispuesto a asumir el gasto.
También como de costumbre, la generosidad del líder, el rey Josías provocó la generosidad de los demás.
Versos del 10 al 14
“Preparando así el servicio” es una frase rara pero significativa que solo ocurre adicionalmente en el Antiguo Testamento en 2 de Crónicas 8, 16; 29, 35 y significa que todo había sido hecho como YEHOVAH DIOS lo había requerido.
En esta Pascua todos los sacrificios fueron hechos por los mismos sacerdotes. No permitieron que la cabeza de cada familia realizara el sacrificio individualmente.
En contraste con la práctica de Ezequías y las implicaciones de la Ley del Pentateuco (Deuteronomio 16, 5-6; 2 de Crónicas 30, 17), los levitas sacrificaron todos los corderos de Pascua.
Y asaron la “Pascua” al fuego conforme a la ordenanza, una comida festiva que disfrutaba toda la nación, casa por casa.
Después prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes. Este era el orden correcto. Primero era servido el pueblo, luego los sacerdotes y líderes levitas.
Versos del 15 al 19
Los cantores hijos de Asaf estaban en su puesto, no había nada en la Ley de Moisés sobre dirigir o cantar en un servicio de adoración comunal en la celebración de la Pascua.
Por lo tanto, Josías fue más allá de los mandamientos para hacer de esto una ocasión especialmente significativa y memorable.
También los porteros estaban a cada puerta y no era necesario que se apartasen de su ministerio, Josías estaba atento a la seguridad y a la fortaleza del reino incluso durante esta gran celebración.
Cada portero permaneció listo en guardia y los levitas preparaban las porciones para los agradecidos porteros.
Debido a la notable planeación, dirección, organización y control en arduo trabajo del rey, sacerdotes y levitas, esta enorme cantidad de sacrificios y comidas festivas fueron preparados el mismo día.
Hicieron esto no por una extraña compulsión, sino intentando obedecer el mandamiento de Moisés del día en que se debía de celebrar la “Pascua” (Números 9, 1-5).
Esta celebración de “Pascua” fue tan significativa, que tenía que regresar al tiempo de David y Salomón para encontrar una “Pascua” tan bien organizada y gozosamente dirigida.
Esta “Pascua” fue notable por varias razones:
· En la magnitud de su celebración, incluye el remanente del norte que vino a Jerusalén a celebrarla, “todo Judá e Israel”, incluye al pueblo del norte y el sur, implica una asistencia mayor que en la Pascua de Ezequías (2 de Crónicas 30, 25).
· En su estricta obediencia a la Ley de Moisés.
· En la forma en que brilló en medio de estos oscuros años de la historia de Judá.
Versos del 20 al 22
“Nekó rey de Egipto subió para hacer guerra en Karkemis”, esto formaba parte de la lucha geopolítica del declive del Imperio Asirio y el ascenso del Imperio de Babilonia.
Los asirios hicieron alianza con los egipcios para protegerse del creciente poder de Babilonia.
Tristemente, Josías ignoró lo que en realidad era un buen consejo de Nekó cuando le dijo: “¿Qué tengo yo contigo, rey de Judá? Yo no vengo contra ti hoy”.
Josías obstinadamente se negó a escuchar esta advertencia que venía de YEHOVAH DIOS.
Josías estaba en pecado, porque su ataque contra Egipto fue en apoyo contra el Imperio Asirio.
Y no tenía nada que hacer apoyando al Impero Asirio, la única razón para hacerlo debió haber sido alguna supuesta ventaja política.
Contra esta clase de acción los profetas estaban constantemente advirtiendo a los reyes. Un mensaje que afirmaba venir de YEHOVAH DIOS, prohibiendo lo que ya estaba prohibido, tenía un peso de atractivo moral casi equivalente a la certeza.
Josías pensó que podía escaparse de la predicción de Nekó, disfrazándose en batalla, aun así, los arqueros le dispararon y murió.
Este fue un final triste para uno de los más grandes reyes de Judá.
Versos del 23 al 25
Aunque fue disfrazado, fue herido y muerto. Podemos admirar el valor de Josías, pero no su necia insistencia en ignorar las advertencias de YEHOVAH DIOS e ir a la batalla.
Zacarías 12, 11 nos cuenta un poco sobre este gran duelo, utilizándolo como una comparación con el gran duelo que vendrá sobre el pueblo judío cuando se volvieran en sí una vez rechazado el Mesías.
“En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido”.
Versos del 26 al 27
El reinado de Josías fue recordado con especial afecto, tal vez porque terminó siendo el último buen rey de Judá.
Sin embargo, el pueblo del reino se volvió contra YEHOVAH DIOS muy rápido después del reinado de Josías.
Evidentemente Josías había sido muy amado por ellos y la probabilidad es, que las reformas que instituyó estuvieran basadas en ese amor, más que en el verdadero regreso del pueblo a la devoción a YEHOVAH DIOS.
“Conforme a lo que está escrito en la Ley de YEHOVAH DIOS”, esto es la frase que hizo a Josías tan buen rey y tan buen hombre.
Tuvo un gran interés y obediencia en lo que está escrito en la Ley de YEHOVAH DIOS.