Versos del 1 al 5
Los ancianos de Israel ofrecen a Roboam el trono de Israel. Esta fue una continuación lógica de la dinastía davídica.
David fue sucedido por su hijo Salomón y ahora se asumía que Roboam, el hijo de Salomón, sería el siguiente rey.
Roboam es el único hijo de Salomón que conocemos por nombre. Salomón tuvo 1.000 esposas y concubinas, sin embargo, leemos de un hijo que tuvo para llevar su nombre y era un necio.
Esto demuestra que el pecado es una mala manera de edificar una familia.
Es difícil creer que no haya tenido otros hijos y sin embargo es un hecho que Roboam es el único mencionado (1 de Crónicas 3,10).
Siquem era una ciudad con una historia rica. Abraham adoró ahí (Génesis 12, 6). Jacob edificó un altar y compró la tierra ahí (Génesis 33, 18-20). José fue enterrado ahí (Josué 24, 32). También era el centro geográfico de las tribus del norte.
En resumidas cuentas, esto mostró que Roboam estaba en una posición de debilidad, teniendo que reunirse con las diez tribus del norte en su territorio, en vez de demandar que los representantes fueran a Jerusalén.
Jeroboam fue previamente mencionado en 1 de Reyes 11, 26-40. YEHOVAH DIOS le dijo a través de un profeta que gobernaría una parte de un dividido Israel.
Naturalmente, Jeroboam estaba interesado en el sucesor de Salomón. Él era específicamente parte del grupo de ancianos que se dirigió a Roboam.
Salomón fue un gran rey, pero tomó mucho del pueblo, mientras ellos querían alivio de los pesados impuestos y del servicio forzado y le ofrecieron su lealtad a Roboam si él accedía a esto.
YEHOVAH DIOS le advirtió a Israel sobre esto en 1 Samuel 8, 10-19, cuando a través de Samuel les habló de lo que un rey podía tomar de Israel.
Tristemente, los ancianos de Israel no hicieron demandas ni peticiones espirituales a Roboam. Aparentemente, la gran idolatría y apostasía de Salomón no les molestaba en absoluto.
Versos del 6 al 7
Sabiamente Roboam les pidió consejo a estos ancianos experimentados.
Ellos parecieron aconsejar bien a Salomón, por lo que era lógico que Roboam les pidiera su consejo.
Los ancianos sabían que Roboam no era Salomón y no podía esperar del pueblo lo mismo que Salomón.
Roboam tenía que relacionarse con el pueblo basándose en quién era él, no en quién era su padre.
Si mostraba bondad y un corazón de siervo para el pueblo, le amarían y servirían por siempre. Este era un buen consejo.
Versos del 8 al 11
Antes de que Roboam consultara el consejo de los jóvenes, ya había abandonado el consejo de los ancianos.
Este es un fenómeno común en la actualidad, es lo que algunos llaman “De compras de consejo”. La idea es que sigas pidiendo consejo a diferentes personas, hasta que encuentras a alguien que te diga lo que quieres escuchar.
Esta es una manera imprudente e impía de obtener consejo. Es mejor tener unos pocos consejeros de confianza a quienes escucharás, incluso cuando te digan lo que no quieres escuchar.
Estos hombres eran mucho más propensos a decirle a Roboam lo que él ya pensaba. Al buscar a los que probablemente pensaban como él, Roboam muestra que solo pidió consejo por guardar apariencias.
Su imprudente consejo muestra, la sabiduría de buscar consejo fuera de nuestra situación inmediata o contexto.
Los jóvenes ofrecieron el consejo opuesto al de los ancianos. Ellos sugirieron un enfoque adversario que haría que Roboam fuera más temido que Salomón.
Versos del 12 al 15
Roboam responde a Jeroboam y a los ancianos de Israel con dureza. En este caso, claramente Roboam debió haber escuchado al pueblo.
Esto no quiere decir que un líder siempre deba dirigirse por voto popular, pero un líder necesita sabiduría para saber cuándo lo que la gente quiere es lo mejor para ellos.
Roboam fue un tonto. Irónicamente, su padre Salomón se preocupó por perder todo por lo que había trabajado bajo un sucesor necio.
“Asimismo, aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.
Y ¿Quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad”. (Eclesiastés 2, 18-19)
YEHOVAH DIOS dirigió toda esta serie de acontecimientos. Pero no hizo que Roboam tomara esta imprudente y pecaminosa acción.
El Altísimo simplemente dejó solo a Roboam y le permitió cometer los errores críticos que su pecaminoso corazón quería cometer.
Versos del 16 al 19
Jeroboam dirige a los que dejan el gobierno de Roboam. La necedad de Roboam hizo que Israel se apartara no solo de él, sino de toda la dinastía de David. Ellos rechazaron a los descendientes del rey más grande de Israel.
Esto señala la división de las doce tribus en dos reinos, un reino del norte conformado por 10 tribus y un reino del sur conformado por Judá y Benjamín.
Israel se rebela contra la casa de David. Aparentemente, Roboam no tomó en serio las rebeliones hasta que sucedió esto. Cuando su recolector de impuestos principal fue asesinado, supo que las diez tribus del norte hablaban en serio sobre su rebelión.
Adoram fue el hombre equivocado para que Roboam enviara. Era famoso por sus duras políticas de labor forzada (1 de Reyes 4, 6 y 5, 14).
Él era probablemente una de las figuras más odiadas de la tierra, una encarnación de la opresión.
Roboam envió a Adoram porque quería cumplir con su promesa de castigar a los que se le opusieran. Su política de tipo duro no funcionó.
Desde este punto en la historia de Israel, el nombre “Israel” se refiere a las diez tribus del norte y el nombre “Judá” se refiere a las tribus del sur de Benjamín y Judá.
Hubo una larga tensión entre las diez tribus del norte y el grupo combinado de Judá y Benjamín.
Hubo dos rebeliones más tempranas a lo largo de esta línea de división potencial, en los días después de la rebelión de Absalón (2 de Samuel 19, 40-43), la cual se convirtió en la rebelión de Seba (2 de Samuel 20, 1-2).
Roboam debió haber estado agradecido de que el amor de YEHOVAH DIOS por David, lo había dejado con dos tribus.