Versos del 1 al 21
Conclusión. La carta de Juan subraya la quinta esencia de la revelación cristiana. Gracias a la Fe, que es obra del Ruaj Hakodesh, los cristianos entramos en la experiencia gozosa de sabernos infinita y tiernamente amados, conocemos la fuente de todo amor: Yehovah Dios Padre, que se ha manifestado en Yeshúa.
Creemos y sabemos que el amor está en el origen y el final de todo. Ahora bien, no se permanece en el amor más que “viviendo como él vivió” (2, 6).
Yeshúa es el modelo y origen de nuestro amor. Con la fuerza de su Espíritu nos capacita para amar a nuestros hermanos como él nos ha amado, en un servicio y entrega de amor hasta la muerte.
Juan quiere asegurar a los miembros de su comunidad que van por buen camino.
No se han dejado engañar por los falsos maestros que ya han abandonado la comunidad y cuyos pecados van contra la Fe y el Amor.
A ésos, hay que dejarlos en manos de Yehovah Dios y de su misericordia. Por todos los demás, hay que orar, estando seguros de que Yehovah Dios escucha nuestras oraciones.
Los últimos versos (vs 18-21) hacen un hermoso resumen de toda la carta.
Los hijos e hijas de Yehovah Dios rechazan el pecado, se alejan de lo mundano, ponen su confianza en Yeshúa, de quien reciben vida eterna y no se dejan embaucar por las falsas doctrinas.