Versos del 1 al 2
Los líderes de Jerusalén al regreso del exilio.
Los primeros ocho capítulos de 1 de Crónicas enumeran estos registros genealógicos. Estos registros fueron escritos en el libro de los reyes de Israel, pero estos no son los mismos registros que hoy conocemos como 1 o 2 de Reyes.
No en esos libros sagrados y canónicos llamados así, sino como se ha observado muchas veces, anteriormente en los registros públicos, donde había un registro de ese reino y de muchas familias en él, según sus genealogías.
En una frase, el cronista nos recuerda que no fue el enfrentamiento de imperios o las intrigas de la escena geopolítica los que condenaron al reino de Judá.
Fue su infidelidad a la instrucción dada por YEHOVAH DIOS. Si ellos hubieran permanecido fieles, YEHOVAH los hubiera protegido en medio del levantamiento y caída de cientos de poderosos imperios.
El cronista se salta por completo los 70 años de cautividad entre los versículos 1 y 2.
Su interés no solo está en el pasado, demostrado por 8 capítulos anteriores de genealogías, sino también en el presente y en el futuro. Los israelitas estaban de regreso en la tierra.
Todo esto significa que Crónicas ha tomado la historia de Israel un paso más adelante que 1 y 2 de Reyes. Aunque 2 de Reyes termina con una nota de esperanza genuina (2 de Reyes 25, 27-30), está restringido e Israel sigue en el exilio.
Pero ahora el invierno ha terminado y estas listas son una señal definitiva de que la primavera ha comenzado a llegar.
Ya no había un reino de Judá y otro de Israel, ahora todos eran israelitas. Llamados aquí con el término general de Israelitas, el cual les fue dado antes de la división de los dos reinos.
Y ahora les es restaurado cuando los israelitas se unen con los judíos en una misma comunidad, para que todos los nombres y señales de su antigua división puedan ser borrados.
La idea es que las personas del pueblo de Israel regresaron a sus tierras ancestrales, prometidas por YEHOVAH DIOS y poseídas por primera vez en los días de Moisés y Josué.
Sacerdotes, levitas y sirvientes (donados) del templo, eran las tres categorías de los trabajadores del templo que tuvieron la tarea de restaurarlo y la práctica de la adoración respectiva en los días de Esdras.
· Los Sacerdotes eran los descendientes de Aarón, que tenían el derecho de ofrecer sacrificio y cuidar del Lugar Santo en el Templo.
· Los Levitas eran una clase mucho más amplia de trabajadores religiosos, que servían de muchas maneras: práctica, artística y espiritual.
· Sirvientes del Templo eran siervos especiales entregados al Templo.
Los “siervos del templo” eran literalmente “entregados”. Podían consistir en cautivos a quienes se les había perdonado la vida pero que habían sido esclavizados al servicio del templo.
Los primeros ejemplos hebreos incluyen a ciertas mujeres madianitas (Números 31, 35.47) o el pueblo de Gabaón (Joshua 9, 22-23), pero su organización como clase es acreditada a David (Esdras 8, 20).
Versos del 3 al 9
Registro de los jefes de familia post- exilio de Jerusalén.
Habitaron en Jerusalén, de los hijos de Judá, comenzando una lista Vs 2-17 que en ciertos aspectos es similar a una lista en Nehemías 11 y en ciertos aspectos diferentes.
Los investigadores Bíblicos debaten sobre si las listas son más similares o más diferentes y los puntos exactos de conexión y diferencia pueden ser difíciles de evaluar.
Versos del 10 al 13
Líderes entre los sacerdotes post exilio de Jerusalén.
Eran destacados hombres muy eficaces, la misma frase es traducida como hombres fuertes y valientes en muchos otros pasajes del Antiguo Testamento (Josué 1, 14; Jueces 6, 12; 1 de Samuel 16, 18, y muchos otros).
Esto muestra que cuando se trata de hacer la obra del ministerio en la casa de YEHOVAH DIOS, se necesita de un hombre de fuerza y valor, las mismas cualidades que se necesitan en un guerrero.
Versos del 14 al 16
Líderes entre los levitas.
De los levitas, todos descendientes de prominentes y talentosos religiosos ocupados en las más variadas, detalladas obras en la casa de YEHOVAH DIOS, hijos de orfebres, albañiles especializados, compositores y cantantes adoradores, escultores.
Todos involucrados en la planificación, dirección ejecución y control de las obras de deconstrucción, fabricación de los utensilios, mantenimiento, dispensación de la adoración.
Retomando el legado de la profesión en los dones y talentos de acuerdo a sus linajes por familia.
Versos del 17 al 34
Los levitas porteros y trabajadores del Templo.
Esto describe la restitución de la labor del templo y sus trabajadores en los primeros días del segundo templo. Estaban ansiosos por organizar las cosas de la misma manera en que el rey David lo había hecho originalmente.
También denota que hubo una organización definida y división de labor entre los Levitas.
Cuando llegaba la mañana, ésta llamaba primero a trabajar a los porteros que abrían la casa de YEHOVAH DIOS y luego, después de la debida ablución, cada grupo de levitas vestidos de blanco comenzaba su servicio especial.
No había correr de un lado a otro en desorden, sin intrusiones en el despacho del otro, sin choques en el deber, sin celos del ministerio del otro.
Era suficiente con saber que cada uno había sido designado a su tarea y se le había pedido que fuera fiel a ella.
El orden correcto del todo dependía de la puntualidad, fidelidad y conciencia de cada uno.
El cronista recordó el fiel trabajo de Finees en los días de Moisés (Números 25, 7-13) y vinculó su fidelidad a la obra de los porteros en los días de Esdras.
El hecho de que YEHOVAH DIOS estaba con él (Finees) indica que el Altísimo también estaba con los porteros del tiempo del cronista, que seguían en la misma tradición viviente de servicio divino.
Versos del 35 al 44
Los ancestros y descendientes del rey Saúl.
El cronista da énfasis, en parte de la genealogía del linaje de Saúl (antes y después de él) de forma acentuada.
Esto era para hacer hincapié en que YEHOVAH DIOS no borró el linaje de Saúl y que sus descendientes vivieron hasta los días de Esdras y regresaron del exilio.
Como la genealogía continúa por doce generaciones después de Saúl, el hecho de que su dinastía colapsara y su reinado fuera transferido a David, no removió su lugar dentro de la historia Israelita.
Ellos también vivieron en Jerusalén (1 de Crónicas 9, 38) y aunque no sabemos si esto continuó después del exilio, incluso para ellos aún había señales de esperanza.
Gloria a YEHOVAH por la luz que nos da su Palabra. Que bendición tan extraordinaria es tener el logos y el rhema; solo en la plenitud de ellos podemos tener acceso al corazón de Yehovah y esto es fascinante.
Siempre pensé que la deportación de Israel y Judá eran hechos fortuitos políticos. Pero nunca pensé que la causa era espiritual por su pecado en contra de YEHOVAH. Porque como lo explica el capítulo, si ellos se hubieran mantenido fieles, no hay nada de dónde YEHOVAH no los hubiera podido librar. Él es fiel con los que permanecen fieles.