Versos del 1 al 10
Tobías permanece fiel a la Ley
Tobías, de la tribu y ciudad de Neftalí, situada en la Galilea superior, sobre Naasón, detrás del camino que va hacia el Occidente, teniendo a la izquierda la ciudad de Sefet.
El griego llama Tobit al padre, distinguiéndose de su hijo, que se llama Tobías.
Tobit fue llevado cautivo en tiempo de Salmanasar, rey de los asirios pero a pesar de hallarse en cautiverio no abandonó la senda de la verdad.
El rey Salmanasar V (727-723 a. C.) fue quien inició el sitio de Samaria y su hijo Sargón II (722-705), se apoderó de ella, llevando al cautiverio los restos de la nación.
Ya antes el rey Teglatfalasar III (745-727) había capturado la mayor parte de los neftalitas (2 Reyes 15, 29).
En el Verso 3 vemos que cuanto tenía lo repartía todos los días a los hermanos de su nación, cautivos como él mismo.
Una heroica conducta, vivir en la miseria del cautiverio, en una ciudad corrompida (Nínive) que no parecía dar lugar a la virtud y sin embargo, ayudar a los hermanos cautivos como él.
Aunque siendo el más joven de todos los de la tribu de Neftalí, no había inmadurez en sus acciones, de manera que cuando todos iban a los becerros de oro que había hecho Jeroboam, rey de Israel, sólo él de huía la compañía de todos los demás (1 Reyes 12, 28).
Verso 6 se iba a Jerusalén al Templo del Altísimo, donde adoraba al Señor YEHOVAH DIOS de Israel, ofreciendo fielmente todas sus primicias y sus diezmos.
Verso 7 Cada tercer año repartía a los levitas y a los extranjeros todo el diezmo (Deuteronomio 14, 28; 26, 12).
Estas y otras cosas semejantes, prescritas por la Ley de YEHOVAH DIOS, observaba desde jovencito.
En el Verso 9 vemos que hombre ya, se casó con una mujer de su tribu, llamada Ana, de la cual tuvo un hijo, a quien puso su nombre.
A su hijo le enseñó desde la niñez a temer a YEHOVAH DIOS y a guardarse de todo pecado.
Desde la niñez hay que educar a los hijos, si no, nunca se logra educarlos. “El alma, mientras es todavía tierna y blanda como cera, debe ser imbuida desde el principio con todas las obras de piedad”
Versos 11 al 13
Su amor al prójimo, cuando fue llevado cautivo con su mujer e hijo y toda su tribu a la ciudad de Nínive.
Verso 11 Aunque todos comían de los manjares de los gentiles, Tobías guardó pura su alma, sin contaminarse jamás con sus viandas.
Viandas que habían sido sacrificadas a los ídolos y que eran abominación para los judíos (1 Corintios 8, 1).
Porque se acordaba del Altísimo con todo su corazón, YEHOVAH DIOS le hizo grato a los ojos del rey Salmanasar, el cual le dio permiso para ir adonde quisiese y libertad de hacer cuanto le gustase (Verso 12 y 13).
Iba, a visitar a todos los que estaban en cautiverio y les daba consejos saludables.
Cuando llegó a Ragués, ciudad de los medos, con diez talentos de plata, procedentes de las remuneraciones que había recibido del rey. Un talento son 58 o 26 kilogramos.
Viviendo en necesidad entre la mucha gente de su nación a Gabelo, de su misma tribu, le prestó dicha suma de dinero contra un recibo firmado de su mano.
Verso del 14 al 22
Conducta heroica de Tobías
Verso 14 Al cabo de mucho tiempo, murió el rey Salmanasar y reinó en su lugar su hijo Senaquerib, que tenía gran odio contra los hijos de Israel.
La palabra “hijo” se toma en la Sagrada Escritura también en un sentido más amplio “nieto, pariente”. En realidad, era Senaquerib nieto de Salmanasar.
Visitaba entonces Tobías cada día a los de su parentela, los consolaba y repartía a cada uno, según podía, una porción de sus bienes.
Sustentaba a los hambrientos, vestía a los desnudos y mostraba gran celo en dar sepultura a los que habían fallecido o habían sido matados.
Verso 18 Cuando el rey Senaquerib, luego que volvió huyendo de Judea a causa de la plaga con que YEHOVAH DIOS le había castigado por sus blasfemias, mataba en su furor a muchos de los hijos de Israel, Tobías sepultaba sus cadáveres.
Alusión a la derrota de Senaquerib en Jerusalén (2 Reyes 19, 35-36; Isaías 37, 36).
Sepultaba es una obra de misericordia sumamente agradable a YEHOVAH DIOS, como se nos muestra en e Tobías 12, 12 (2 Reyes 21, 14).
Verso 19 Nótese que Tobías daba sepultura a sus hermanos a pesar de la sentencia de muerte fulminada contra él. La verdadera caridad no se detiene por los peligros, ni por las amenazas, ni por la muerte.
Gloria a YEHOVAH! Siempre he tenido gran fascinación por este libro, pero anteriormente habia mucho que desconocía, porque lo leía muy superficialmente. Ahora gracias al estudio de los libros anteriores puedo ubicarme en el contexto y entender que significa que Tobit no le daba adoración al becerro que habia instituido Jeroboan en los altozanos sino que cunplia la LEY de YEHOVAH de que solo se le adorara en Jerusalén, aunado a que era fiel diezmador y tenía en alta estima todos los preceptos de YEHOVAH; todo esto propociona un ENTENDIMIENTO mas claro acerca de Tobit; que era un hombre justo.