Este Salmo tiene por título, “Cántico gradual”, es el séptimo de una serie de 15 cánticos para los peregrinos que van a Jerusalén.
Muy probablemente este cántico fue compuesto después del exilio, en una acción de maravillosa gratitud por la restauración de YEHOVAH DIOS y orando por el avance de esa obra.
Verso 1
Gozo más allá de poder expresarse al retornar del exilio, es el cumplimiento del sueño gozoso.
El Salmista cantó de un tiempo cuando YEHOVAH DIOS liberó a Su Pueblo de la cautividad y fueron restaurados a Jerusalén, Sión.
La mayoría asocian esto con el retorno del exilio de Esdras y Nehemías, pero también es posible que describe el retorno de David de su corto exilio de Jerusalén durante el golpe de Absalón (2 Samuel 15).
Con poder y belleza, el poeta describe el sentido de un asombro alegre y agradecido en el poder y bondad de YEHOVAH DIOS al traer de regreso a Su Pueblo de la cautividad de Sión, pareciera demasiado bueno, muy grande para ser verdad, pero era verdad.
Versos del 2 al 3
Riendo, cantando, proclamando, ellos celebraron la asombrosa obra de YEHOVAH DIOS, había tanta risa que sus bocas estaban llenas de ella.
El sentido de un asombro alegre no estuvo confinado al Pueblo de DIOS, las naciones tuvieron que proclamar que la obra le pertenecía a YEHOVAH DIOS y que las obras fueron grandes.
El cantor escuchó lo que dijeron las naciones, estuvo de acuerdo con ello, y lo enfatizó con repetición y lo personalizó, se convirtió en la declaración de lo que YEHOVAH DIOS había hecho con nosotros.
Hay una alegre Paz en la declaración, no es un entusiasmo trabajado o acelerado, era la alegría confiable en lo que YEHOVAH DIOS había hecho, el simplemente declarar “rebosábamos de gozo”.
Verso 4
Una oración por una liberación continúa, entendimiento sabio.
La segunda mitad del Salmo 126 no niega la asombrosa alegría de la primera mitad, pero reconoce que aun queda trabajo por hacer.
En el retorno de los exilios bajo Esdras o David se dieron cuenta de que aún había mucho trabajo por hacer y la restauración había apenas empezado.
Los arroyos del Neguev fluían cuando la lluvia caía en los lejanos montes, esos arroyos podían aparecer repentinamente y a prisa con un flujo poderoso, en ocasiones conocidos como inundaciones repentinas.
El Salmista oró por una obra poderosa y repentina de DIOS para avanzar la obra de restauración entre Su Pueblo.
Versos del 5 al 6
El ciclo de la tristeza y alegría. La alegría de la primera mitad del Salmo era real, pero solamente era parte del panorama.
Con sabiduría el Salmista se recordó a sí mismo y a todos nosotros que el gran gozo es a menudo precedido por una temporada de lágrimas, como si fueran semillas que sembramos las cuales traerá una cosecha de regocijo que será cosechada después.
La idea es repetida y ampliada, aquellos que han soportado mucho llanto, si ellos verdaderamente la llevan como preciosa semilla, teniéndolas y echándolas con Fe en YEHOVAH DIOS y en Su Promesa, puede tener la seguridad de recibir una buena cosecha.
Las lágrimas verdaderamente sembradas en Fe traerán a su tiempo una verdadera cosecha de regocijo, como si los que cosechan llevaran pesadas gavillas de grano.
Esta es una Promesa poderosa y grande que nuestras lágrimas y tristezas no necesariamente se echarán en vano, sino que pueden ser sembradas para recibir una regocijante cosecha en una temporada mejor.