Este salmo está titulado “un salmo de David”.
Él había subido al trono recientemente, los abusos y la confusión de los últimos y problemáticos años de Saúl tenían que ser reformados.
El nuevo rey sentía que él era el virrey de YEHOVAH DIOS y aquí declara que se esforzará para que su reino sea una copia del Reino de los cielos.
David fue ungido como rey tres veces. Samuel ungió a David cuando era un joven, fue más bien como una profecía de lo que sería su ministerio y futuro (1 Samuel 16, 13).
Después de la muerte de Saúl, fue ungido rey sobre la tribu de Judá en Hebrón (2 Samuel 2, 4), siete años después fue ungido rey sobre todas las tribus de Israel (2 Samuel 5, 3).
Antes de que tomara el trono sobre todo Israel, él tuvo mucho tiempo para pensar acerca de qué clase de rey quería ser.
En Europa llegó a ser conocido como “El salmo del príncipe”, debido a la preocupación de la conducta apropiada de un magistrado cristiano, un príncipe o un rey.
Verso 1
La canción que cantar.
David cantó esta canción exaltando la misericordia y el juicio de YEHOVAH DIOS, las dos van de la mano, la misericordia solo puede ser entendida a la luz de la justicia, cuando la justicia pronuncia su justa Palabra, la misericordia puede conceder alivio.
Como rey, David estaba preocupado por la misericordia y la justicia, sabía que estos principios no estaban fundamentados en los hombres, sino en YEHOVAH DIOS.
Antes que él pudiera ejercer misericordia y justicia en su reino, tiene que entender y ensalzar la misericordia y la justicia del Altísimo.
David solo podía cantar misericordia y justicia en referencia a las alabanzas para YEHOVAH DIOS, sabía que El Señor era la fuente de toda misericordia y justicia.
Verso 2
Una vida justa y la Presencia de DIOS.
El anhelo de David por el Señor estaba conectado con su deseo de vivir una vida sabia y santa “el camino perfecto”, determinó que su reino estaría marcado por la integridad y la bondad.
Mientras David llegaba a una posición de gran poder, se volvía cada vez más importante, se enfoca en la bondad y el camino perfecto.
Cuando David llegó a obtener el poder real, él no dijo:
· “Ahora puedo disfrutar de la buena vida” dijo, en la “integridad de mi corazón andaré”.
· “Tendré la fiesta más grande de todas ” dijo, en la ”integridad de mi corazón andaré”.
· “Les demostraré a todos que tan importante soy” dijo, en la “integridad de mi corazón andaré”.
· “Castigaré a mis enemigos y demostraré mi poder” dijo, en la “integridad de mi corazón andaré”.
“¿Vendrás a mí?” David entendió que bajo las bendiciones del Antiguo Pacto, incluido el sentido de la Presencia de YEHOVAH DIOS, todo estaba conectado a la obediencia (Deuteronomio 28).
David entendió el principio que más tarde se nos daría en 1 Juan 1, 6-7 en conexión con el Nuevo Pacto: “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.
Antes de que pudiera vivir en las cortes de su reino, la vida justa de David tenía que ser real en medio de su propia casa, este era un estándar que David vivió de forma imperfecta, para su propio dolor.
Versos del 3 al 4
Describiendo la vida justa, David sabía que la medida era la que uno decidía poner delante de los ojos.
Hay muchas cosas injustas en las que poner los ojos, y la lujuria de los ojos es un aspecto significativo del anzuelo de este mundo (1 Juan 2, 16).
Las palabras de David nos recuerdan a Job 31,1 “Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?”, al igual que Job, David no consideró la disciplina de los ojos como la única medida de justicia, sino como una de las primordiales.
Deseamos que David hubiera vivido bajo este principio de manera más consistente, en su lugar tomó muchas esposas (2 Samuel 3, 2-5; 5, 13) en una aparente incapacidad de controlar su apetito sexual y fue desviado por la lujuria de sus ojos (2 Samuel 11, 2).
Con todo, no debemos pensar que David era un hipócrita, porque llegó a fallar por completo el vivir de acuerdo a estos estándares tan altos, no es hipocresía el tener estándares tan altos que no seas capaz de cumplirlos por completo.
Hipocresía es cuando tienes un estándar para ti mismo y un estándar mucho más alto para los demás.
David sabía que quería vivir una vida para YEHOVAH DIOS y que era sabio mantener una distancia de aquellos de corazón perverso.
Reconocía que después sería dicho en 1 Corintios 15, 33, las malas compañías corrompen los buenos hábitos.
David sabía que una vida de justicia debe de tener algún sentido de determinación, aunque él no pudo cumplirla completamente, su vida fue innegablemente más piadosa con esta determinación que sin ella.
Verso 5
Oponiéndose al trabajo de los impíos, es un significativo y grave pecado el mentir o hablar de una forma malvada en contra de alguien más.
Lo peor de todo esto es que es hecho solapadamente y David estaba determinado a oponerse a todos los que hacen eso.
David nombró dos pecados más que están relacionados, el rostro que comunica arrogancia y el corazón vanidoso detrás de los ojos altaneros.
Versos del 6 al 8
Los hombres a los que David escogerá para que lo sirvan.
David se rehusó a mirar aquello o aquellos que se consideraban mejores que los demás, en su lugar el miraba a los fieles, decidiendo que ellos habitarían con él.
Tal vez, David dijo esto mientras llegaba al trono, jurando encontrar a las personas apropiadas para nombrarlas en su reino.
Rechazaría a los que hacen fraude y al que habla mentiras, buscaría a los humildes, no a los orgullosos, ellos eran mucho mejores para confiarles la autoridad y la responsabilidad.
La determinación de David, de tal manera que favorecería a los piadosos y se opondría a los perversos, era tan firme que estaba determinado a hacerlo de mañana, mientras gobernaba en la ciudad de YEHOVAH DIOS, los perversos no prosperarían.