Séptima colección: “Consejos a Lemuel” (31, 1–31)
Versos del 1 al 9
Estos versos son una referencia de la Ekklesia que forma hijos para reinar acorde al carácter de su esposo Yeshúa Ha Mashiaj.
Fundamentalmente el consejo alude a la exhortación que hace el apóstol Pablo en 2 Timoteo 1, 7 “Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de buen juicio”.
La Ekklesia tiene la función de educar a los hijos siendo reflejos en el carácter del Padre, por lo tanto, el consejo que da, consiste en no ceder a la conscupiscencia de pasiones carnales, porque para reinar la integridad del rey es lo que da valor a su palabra delante de sus súbditos.
Velar por el pobre es un mandamiento que de igual forma compromete a hacerlo por el extranjero, la viuda y el huérfano como lo expresa Éxodo 22, 20-24 y Zacarias 7, 9-10, porque YEHOVAH DIOS es especialmente el defensor de sus causas, Salmo 68, 4-5.
Igualmente, estos consejos, están descritos en Deuteronomio 17, 14-19 normas impuestas por YEHOVAH DIOS a las que un rey debe conducirse.
Los consejos dejan de relieve que todo rey entrega cuentas a Yeshúa Ha Mashiaj, quien es la cabeza de la Ekklesía que lo formó.
Versos del 10 al 31
Este poema exalta el atributo de la Santidad en el carácter de la mujer casada, cuyo fin en todas sus labores es el de ser “ayuda idónea”, “Ezzer Kenegdo” para su marido, ejerciendo un liderazgo asertivo para todos los que están bajo su cobertura en su casa y en su trabajo.
Es elogiada por su obra devocional al trabajo que faculta ganancia para su esposo, en cuanto a la prosperidad de toda su casa, su diligencia incansable da a conocer a una mujer centrada en el propósito, que con gran astucia anticipa la provisión para las distintas temporadas del año.
Posee el atributo de la sabiduría ejercida en la práctica de las obras de piedad, es de intachable reputación, se le admira como heroína y es modelo de inspiración para las jóvenes doncellas.
Cabe destacar, que ante estos atributos la belleza de aspecto y hermosura de atributos físicos, quedan relegados a un segundo lugar, por ser de una condición que se deprecian en el tiempo. Mientras que su espíritu de coraje, valentía, fidelidad y santidad es irremisible en la vida presente y en el siglo venidero.