Versos del 1 al 6
Las palabras “Bamot-Baal” Número 22, 41, significan que Balac llevó a Balaam a los lugares altos de Baal.
Allí ofrecieron holocausto y allí YEHOVAH DIOS puso las palabras siguientes en la boca de Balaam. Podríamos llamarlas su primera profecía.
Podemos sorprendernos que YEHOVAH DIOS habló, a través de alguien tan obviamente impío como Balaam.
Pero esto nos muestra, que la dotación espiritual no iguala la madures espiritual o la santidad de la vida.
YEHOVAH DIOS habló a través de una burra en el capítulo previo y ahora ÉL habla a través de una burra mayor.
Cuando Balaam regreso, Balac y todos los príncipes de Moab estaban listos. Ellos estaban listos, para aprender lo que su dinero les compraría de Balaam.
Versos del 7 al 10
YEHOVAH DIOS sabía exactamente lo que Balac quería. Quería una maldición espiritual sobre Israel, para que ellos pudieran ser vencidos en batalla.
Sin embargo, Balaam o cualquier otro profeta no podía maldecir a Israel sí YEHOVAH DIOS no los había maldecido. Por lo tanto, el dinero de Balac fue desperdiciado.
¿Quién contará el polvo de Jacob o el número de la cuarta parte de Israel?
A través, de Balaam YEHOVAH DIOS prometió bendecir a Israel al hacerlos una nación singular, bendiciéndolos con un gran tamaño.
Balaam concluyó su parábola (otra palabra para una profecía) con este deseo.
Balaam era uno de los muchos, que deseaban morir la muerte de los rectos, sin embargo, no tenía deseo de vivir la vida de los rectos. Las dos van juntas, debo vivir como justo para morir como justo.
Versos del 11 al 12
El rey de Moab estaba comprensiblemente disturbado. Pagó buen dinero por un resultado partícular y sucedió lo contrario.
¿No cuidaré de decir lo que YEHOVAH DIOS ponga en mi boca?
Balaam también estaba decepcionado. No es difícil detectar una nota de tristeza en esta respuesta. Después de todo, él quería complacer a su empleador.
Versos del 13 al 17
Y lo llevó al campo de los Centinelas, a la cumbre de Pisga. Allí edificó siete altares, ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
Entonces Balaam dijo a Balac “Ponte aquí, junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a YEHOVAH DIOS allí.
El Señor salió al encuentro de Balaam, puso una palabra en su boca, y le dijo:
Vuelve donde está Balac, y dile así. Volvió a él y lo halló junto a su holocausto, acompañado de los príncipes de Moab. Balac le preguntó: ¿Qué ha dicho el Señor?”.
Versos del 18 al 24
Desde allí podían ver a casi todo el pueblo de Israel en el campamento y de nuevo YEHOVAH DIOS, vino al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca. Veamos entonces qué dice Balaam.
En este mensaje, YEHOVAH DIOS reprendió a Balac y le enseñó acerca de la Divina naturaleza:
ÉL no es hombre, ÉL no miente o cambia Su mente, ÉL siempre cumple su Palabra y ÉL tiene toda la fuerza. También le enseñó a Balac acerca del pueblo del Altísimo, Israel.
ÉL les enseñó que eran Bendecidos, que estaban caminando en Pureza, que YEHOVAH DIOS estaba con Israel, los había sacado de Egipto, los había protegido contra toda brujería y adivinación y que ÉL los vería a través de la Victoria.
Vs 22 cuando se refiere a “Búfalo” y en Número 24, 8, es traducido como “unicornio”.
La palabra hebrea aquí es “reem” ocurre nueve (9) veces en el Antiguo Testamento. La idea detrás de la palabra en hebreo es un cuerno o un cuerno poderoso.
Versos del 25 al 30
Balac estaba muy frustrado y esencialmente decía, “¡Sí no puedes maldecirlos, entonces por lo menos no vayas y los bendigas!”.
Como la sugerencia de Balaam, Balac ofreció siete (7) becerros y siete (7) carneros. Hasta ahora, él había ofrecido veintiuno (21) becerros, más el pago de Balaam.
Esto significa que Balac tenía una inversión substancial en ver a Israel maldecido.
Esta tercera vez, ellos eligieron otro lugar para hacer la profecía de nuevo.
Aparentemente, en las dos previas ocasiones, Balaam intento traer a luz una maldición sobre Israel, pero él no pudo.
Ahora él se detuvo de usar estas ayudas falsas, artificiales y sólo dejar a YEHOVAH DIOS hablarle.