Versos del 1 al 2
Escuchar la Ley trae un llamado a la obediencia.
Conforme el pueblo se fue acercando a YEHOVAH DIOS en adoración como se ve en Nehemías 11 y 12, se volvieron conscientes de los estándares de YEHOVAH DIOS mencionados en Deuteronomio 23, 3-4, donde los Amonitas y los Moabitas no debían considerarse como parte de Israel.
Los Amonitas y Moabitas fueron señalados debido a sus retorcidos planes contra Israel, cuando Israel llegó a la tierra prometida, por lo menos mil años antes de esto.
Mucho antes de que los Amonitas y Moabitas planearan cosas contra Israel, YEHOVAH DIOS había hecho una promesa al padre del pueblo Judío, Abraham: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré” (Génesis 12, 3).
El mandamiento sobre los Amonitas y los Moabitas es un simple cumplimiento de esta promesa.
Esto se refería a ser considerado como uno del pueblo de Israel y el Pueblo de YEHOVAH DIOS. Se refería a uno que pudiera participar en la vida espiritual de Israel.
En los eventos de Números 22-24, donde YEHOVAH DIOS bendijo a Israel, a pesar de que el profeta Balaam quiso maldecirlos.
También nos recuerda que YEHOVAH DIOS es más que capaz, de convertir cualquier maldición en bendición.
Verso 3
Después de escuchar la orden de YEHOVAH DIOS, Israel obedece y se separa de los mezclados con extranjeros.
Ellos pudieron haber pensado en las razones para no hacer lo que la Palabra de YEHOVAH DIOS claramente les decía que hicieran. En vez de eso, simplemente obedecieron.
Pudieron haber puesto excusas familiares:
· “Esa orden fue hecha hace mucho tiempo, y habla a una época diferente”.
· “Las cosas son diferentes ahora”.
· “No exageremos”.
· “Asignemos a un grupo para examinar el asunto”.
Esto se refiere a los que querían asociarse con el pueblo de Israel, pero no querían calcular el costo y hacer un compromiso total.
Incluso ahora, puede haber personas de buena voluntad en las Iglesias, personas honradas, que respetan a YEHOVAH DIOS y Su Palabra.
Sin embargo, son parte de los mezclados con extranjeros porque no han recibido el pacto de salvación de YEHOVAH DIOS en Yeshúa Ha Mashiaj. Tales personas son bienvenidas, pero se debe entender en qué posición están.
Versos del 4 al 9
Esta sección indica que Nehemías dejó Jerusalén y regresó a sus deberes en la corte Persa. Estuvo lejos de Jerusalén por alrededor de 10 o 12 años.
Nehemías en algún momento después del notable avivamiento espiritual mencionado en los capítulos recientes.
Pero la verdadera prueba del avivamiento, la verdadera prueba de la obra de YEHOVAH DIOS en nuestras vidas es el largo plazo.
Es ver dónde nos encontramos con YEHOVAH DIOS, diez años después de una temporada de gran obra.
Cuando Nehemías regresó, vio que el sacerdote Eliasib había llegado a un acuerdo con uno de los enemigos de la obra de Nehemías en la reconstrucción del muro Tobías.
Tobías era un Amonita (Nehemías 2, 10), uno de los mismos mezclados con extranjeros que habían sido excluidos de la congregación del pueblo de YEHOVAH DIOS alrededor de 10 años atrás.
En este punto en el registro de Nehemías, Tobías no solo estaba presente entre la congregación, sino que incluso rentaba un cuarto dentro de los patios del templo.
Aparentemente, Tobías no había cambiado con los años. No se había unido al pueblo de YEHOVAH DIOS en los términos de su pacto. El problema era evidente para Nehemías, pero Eliasib estaba totalmente cegado a ello.
Había varias razonas por las que esto era tan inquietante para Nehemías.
Porque habitaciones dentro de los patios del Templo de YEHOVAH DIOS estaban siendo ocupadas por un hombre que no solo era un pagano, sino que también tenía una historia de oposición activa a la obra de YEHOVAH DIOS en los días de Nehemías.
Porque hablaba muy mal de Eliasib, un hombre que era un líder espiritual en Israel y aquellos que lo rodeaban. Esto mostraba que, si Eliasib estaba cegado a un área problemática, tampoco había nadie a su alrededor que pudiera confrontarlo con el problema.
Porque hacía dudar a Nehemías del valor duradero del avivamiento espiritual del que fue testigo cuando estuvo por última vez en Jerusalén.
Nehemías no era alguien que solo se sentaba y se lamentaba, tomó acciones arrojando las cosas de Tobías fuera de las habitaciones que ocupaba en los patios del Templo y finalmente regresando las habitaciones a su uso adecuado como almacenes para las cosas sagradas del Templo.
Nehemías se parece mucho a Yeshúa Ha Mashiaj cuando limpió el Templo de los que lo profanaban.
Tanto Yeshúa Ha Mashiaj como Nehemías tuvieron la sabiduría de no confundir el amor con el ser “amable” y la sabiduría de saber cuándo tomar acciones osadas.
Versos del 10 al 14
El pueblo no obedeció a YEHOVAH DIOS con respecto a dar.
Debido a la falta de apoyo, los que debían dar su tiempo para el servicio de YEHOVAH DIOS y su pueblo, los levitas y cantores no pudieron y tuvieron que dejar ese servicio.
¿Por qué está la casa de YEHOVAH DIOS abandonada? La falta de dar era una forma de abandonar la casa de YEHOVAH DIOS.
Nehemías arregló la situación al esperar que los Levitas y los cantores se comprometieran una vez más con la obra de servir a YEHOVAH DIOS y a su pueblo como debían. También reorganizó la recolección y la contabilidad de los diezmos y las ofrendas.
Versos del 15 al 22
El día de reposo estaba siendo ignorado en desobediencia al claro mandamiento de YEHOVAH DIOS bajo el Antiguo Pacto. Los extranjeros vendían y el pueblo de Israel compraba.
En su raíz, este era un problema de prioridades. No hay nada malo con comprar y vender, sólo cuando nuestro deseo de vender y comprar, de ganar dinero o gastar dinero, se vuelve más importante para nosotros que honrar a YEHOVAH DIOS.
Esta era una manera clara en la que el pueblo de Israel estaba poniendo el ganar y gastar dinero antes que el glorificar a YEHOVAH DIOS.
Nehemías sabía que el pecado no era solo un asunto personal. Cuando un pecado es cometido tan abiertamente y se desvía la mirada y se deja sin corrección entre el pueblo de YEHOVAH DIOS, este hace una invitación a la mano correctora de YEHOVAH DIOS.
Nehemías no se iba a quedar de brazos cruzados con esto, el amenazó “Si lo hacen otra vez, les echaré mano y los pondré en prisión”.
Él no se refería a la gentil imposición de manos para oración, sino a la dura imposición de años para corrección.
Versos del 21 al 31a
En los años que Nehemías estuvo lejos los Israelitas habían reanudaron su práctica de darse en casamiento con personas de las naciones paganas que los rodeaban.
Esta era una dramática desobediencia a la orden de YEHOVAH DIOS.
De esta fuerte reacción de Nehemías, deducimos que consideraba este como el más peligroso de sus pecados, buscando un romance impío e involucrándose en relaciones románticas a cuales YEHOVAH DIOS había dicho “no”.
Su ejemplo de Salomón fue bien tomado “¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras”.
Si Salomón, uno de los hombres más sabios y bendecidos en la historia, pecó con un romance poco sabio y desagradable a los ojos de YEHOVAH DIOS entonces nadie debería considerarse a sí mismo invulnerable.
Verso 31b
“Acuérdate de mí, YEHOVAH DIOS mío, para bien”. Al final de todo, Nehemías sabía que hizo lo mejor que pudo para hacer al pueblo de YEHOVAH DIOS fuerte, a salvo y seguro.
Más allá de eso, también los guio a ser puros, adoradores y obedientes.
Sin embargo, Nehemías ciertamente cargaba con un sentimiento de fracaso. En Nehemías 10 el pueblo hizo un solemne Pacto con YEHOVAH DIOS de que no harían tres cosas:
Tener relaciones románticas impías (Nehemías 10, 30), comprar y vender en el día de reposo (Nehemías 10, 31), y apoyar la obra de YEHOVAH DIOS con dinero, diezmos y ofrendas, como ÉL lo había ordenado (Nehemías 10, 32-39).
Si pudiéramos ser salvos por nuestras promesas, por nuestros compromisos con Yeshúa Ha Mashiaj, entonces su muerte hubiera sido noble, pero innecesaria.
No somos salvos por algún voto que hacemos o alguna hoja que volteamos, sino por confiar en Yeshúa Ha Mashiaj y lo que ha hecho para salvarnos.