Versos del 1 al 9
Primer cántico del siervo: Presentación.
Nos encontramos con el primero de cuatro cánticos (Isaías 49, 1-6; 50, 4-9; 52, 13–53,12) dedicados a la descripción del carácter de Yeshúa Ha Mashiaj.
Quien ha sido elegido y sostenido por YEHOVAH mismo (vs 1).
Sobre Él ha sido derramado el Espíritu (vs 2), que le habilita para una misión, ser Alianza y luz (vs 6), y obrar en liberación (vs 7).
Confirmado estas palabras proféticas en el Nuevo Testamento, en la vida y obra de Yeshúa (Mateo 8, 17; Hechos 8, 32-33, Romanos 15, 21).
Una de las características de estos textos es la apertura del plan de salvación de Dios a todas las naciones.
Versos 10 al 13
Himno. Normalmente el canto y las canciones son para animar, para transmitir alegría.
Aquí el profeta incita a entonar cantos nuevos de alabanza al YEHOVAH, cantos en los que toda la creación alaba a su Señor.
Contrasta este tono con el de Salmo 137, 1.
Versos del 14 al 17
Nueva Salvación. La intervención de YEHOVAH es inminente, según lo afirma el profeta y su intervención, tiene como objeto transformar la realidad de oscuridad y muerte en una nueva época de luz y de vida para quienes han confiado y esperado en ÉL.
Su acción es exclusiva, ningún otro dios es capaz de dar confianza y seguridad a quienes le invocan (vs 17).
Versos del 18 al 25
Ceguera del pueblo. “No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, ni peor sordo que aquel que no quiere escuchar”.
Es un refrán popular que aún nosotros utilizamos y que el profeta aplica al pueblo de la elección.
Israel cuenta en su historia con muchos signos e intervenciones del Amor de YEHOVAH Dios a su favor; pero aún así, no ha podido aprender a captar el lenguaje divino.
Hoy hablamos de saber interpretar los signos de los tiempos y para ello es muy importante que estemos a la escucha de la Palabra.
Debemos tener los ojos muy abiertos a nuestra realidad para poder captar en cada acontecimiento y en cada situación qué es lo que YEHOVAH nos quiere decir.
El profeta pone como ejemplo lo acaecido al reino del Norte, que fue invadido y destruido, pero Judá no cayó, eso también era un aviso para ellos.