Versos del 1 al 27
YEHOVAH DIOS, anuncia por boca del Profeta que se agotó su paciencia en la espera de la conversión de Judá.
Por lo que en medio del poema profético, deja ver lo que sería posteriormente la devastación de Jerusalén y el Templo de Salomón que sería ejecutada eminentemente por Nabucodonosor.
Esto se realizaría cuando finalizara el asedio sobre el territorio de los rebeldes israelitas, ya que en reiteradas ocasiones Isaías y Jeremías habían predicado sobre la necesidad urgente de la conversión, para evitar el día de la Ira.
Como respuesta, los pobladores de corazón duro de la Ciudad Santa, prefirieron obstinadamente hacer caso omiso de las advertencias recibidas.
El Todopoderoso ya dictó la sentencia, el territorio de Judá, la Ciudad de Jerusalén y el Templo de Salomón serán reducidos a escombros incendiados, por la infidelidad a los mandamientos de YEHOVAH DIOS.