Versos del 1 al 21
Por último, el profeta dirige sus oráculos contra Egipto, ya desde la época de Isaías, Egipto ocupa un lugar importante en la predicación profética contra las naciones.
Ezequiel sigue esta línea de tradición profética y le dedica cuatro capítulos que agrupan unos diez oráculos.
El motivo de las invectivas contra Egipto, se puede resumir en el peligro que representaron para los israelitas sus continuas invitaciones a formar coalición para repeler los ataques provenientes del norte.
Aunque alguna vez se dejó convencer, finalmente no obtuvo el respaldo esperado.
En pocas palabras, Egipto utilizó a Israel, pero nunca se comprometió efectivamente a defenderlo, logró que Israel confiara ingenuamente en su vecino y que desconfiara del poder y de la protección de YEHOVAH Dios.
Para Ezequiel hay ahora una nueva amenaza, en Egipto hay refugiados judíos que albergan la esperanza que Judá no desaparecerá, como no ha desaparecido aún el país que los alberga.
Esto les hace creer erróneamente que se van a salvar de la tragedia, por eso Ezequiel vaticina a través de imágenes míticas la caída de Egipto y de sus faraones, como la de cualquier mortal y también la caída de Judá y su capital.