Versos del 1 al 25
El rey de Tiro va a ser visto como una especie de altanero competidor del Altísimo, lo cual es intolerable para YEHOVAH.
Para el profeta es inconcebible que todas las naciones queden rendidas a Babilonia, menos Tiro y su monarca (vs 1-19).
Y es que la realidad histórica es que aquella ciudad nunca pudo ser destruida por Babilonia.
Para la época de Ezequiel, Sidón no tenía ya mucha importancia, pero también es víctima de las invectivas del profeta de YEHOVAH (vs 20-24).
Se percibe un amargo resentimiento contra ella.
En medio de los reproches y las condenas aparece una promesa de retorno, salvación y prosperidad futura para el pueblo de Israel (vs 25-26).