Versos del 1 al 5
El Atrio simboliza el cuerpo humano, el Lugar Santo simboliza el alma humana y el Lugar Santísimo simboliza el espíritu humano.
En los tres lugares hay fuego y luz. En el Atrio está el fuego del Altar de cobre. En el Lugar Santo hay luz y fuego del candelabro y el Altar de oro.
En el Lugar Santísimo está la “shekiná”, la presencia de YEHOVAH DIOS, dando luz y fuego espiritual.
En los tres lugares también hay comida. En el Atrio hay carne, vino y pan. En el Lugar Santo hay pan y vino y en el Lugar Santísimo está el maná.
Esto nos enseña que no sólo el cuerpo necesita comer, sino también el alma y el espíritu del hombre.
La comida para el espíritu del hombre es la Palabra de YEHOVAH DIOS, simbolizada por las Tablas del Testimonio.
Este Altar tenía unos 2, 22 m de lado por 1, 33 m de alto (7,4 x 4,5 pies). Los antiguos templos, generalmente estaban rodeados de lugares descampados donde se ofrecían los sacrificios y donde el humo podía elevarse libremente.
Así como al hablar del Tabernáculo propiamente dicho, los muebles fueron descritos primero, también la descripción del Atrio comienza por el Altar.
Era más una armazón de Altar que un Altar. Los antiguos Altares solían ser cuadrados o redondos.
El Altar del Holocausto, con su sangre derramada, representa la gran verdad de la expiación del pecado por medio del sacrificio vicario de Yeshúa Ha Mashiaj (Isaías 53, 4-7.10; Hechos 20, 28; Efesios 1, 5-7; Hebreos 13, 10-12; 1 Pedro 1, 18-19; Apocalipsis 5, 9).
La misma posición de este Altar, junto a la puerta del Atrio, indica que la primera necesidad del pecador, es que sus pecados sean lavados por la sangre de Yeshúa Ha Mashiaj (Hebreos 9, 13-14; 1 Juan 1, 7; Apocalipsis 7, 14).
Y hasta que se haya hecho eso, no debe ni siquiera adorar a YEHOVAH DIOS ni aun entrar en su presencia (Hebreos 9, 22).
El Altar era testigo de la culpa del hombre y de su necesidad de expiación reconciliación, luego le aseguraba que ya se habían sido perdonados.
En el Vs 2 “saldrán cuatro cuernos” es que harán “parte del mismo” indican que los cuernos formaban parte del Altar y no eran añadidos.
El sacerdote debía tocar esos cuernos con el dedo ensangrentado con la sangre del sacrificio por el pecado.
Algunas veces se ataban a estos cuernos los animales que iban a ser sacrificados (Salmo118, 27).
El criminal en busca de refugio podía asirse de ellos (1 Reyes1, 50-51; 2, 28).
La palabra “cuerno” es “qéren” designaba originalmente al cuerno de un animal (Deuteronomio 33, 17).
Por cuanto un animal con cuernos generalmente los usa para atacar a otros animales, los cuernos llegaron a ser símbolo de fuerza o poder (1 Samuel 2, 1. 10; Salmo 75, 10; 112, 9).
Con este sentido David se refiere a YEHOVAH DIOS como “cuerno de mi salud” (2 Samuel 22, 3; Salmo 18, 2; Lucas 1, 69).
En las Escrituras el cobre o bronce, simboliza juicio, justicia y derecho (Levítico 26, 9; Números 21, 9; Deuteronomio 28, 23; 2 Reyes 25, 7; Ezequiel 40, 3; Zacarías 6, 1; Salmo 89, 14).
Vs 3 “fabricarás unas calderas” donde se recogen las cenizas con tenazas, tridentes y braseros, para sacar las cenizas del altar, ponerlas en los “calderos” y en “vasos” que recibían la sangre de los sacrificios y desde los cuales se la vertía sobre el Altar.
Los tridentes son “garfios” (1 Samuel 2, 13) usados para acomodar los pedazos cortados del sacrificio sobre el Altar. Los “braseros” servían para sacar las brasas ardientes del Altar.
El Vs 4 menciona “Un enrejado de bronce” dentro de la armazón del Altar, calzaba un enrejado o parrilla de bronce, a la mitad de la altura del Altar.
En las cuatro esquinas de este enrejado de bronce había anillos, por los cuales pasaban varas recubiertas de bronce que facilitaban el transporte del Altar.
En el Vs 5 dice “Y la pondrás dentro del cerco”, quizá era de un borde que rodeaba la parte superior del Altar para que los sacerdotes pudiesen poner allí las ofrendas.
Versos del 6 al 8
Estos anillos fueron puestos al costado del Altar, por los cuales pasaban las varas cuando había necesidad de trasladarlo.
Versos del 9 al 10
El Atrio debía estar cerrado por el sur y el norte con “cortinas” de lino. El Atrio tenía unos 44, 45 m de largo (146 pies).
Versos del 11 al 15
La cortina de este lado tenía unos 22, 23 m (75 pies) de largo. El Atrio era de forma rectangular.
Versos del 16 al 19
La parte central del lado oriental del Atrio, constituía la puerta del Atrio. Tenía unos 8, 89 m (29, 4 pies).
A cada lado de ella había 6, 65 m (21,1 pies) de cortinas. La “cortina” de la puerta estaba hecha del mismo material que el “velo” y “la puerta del Tabernáculo”.
En total había tres cortinas que produjeron tres divisiones en el Santuario. Cada cortina representa un nivel diferente de Santidad.
En el Atrio podían entrar todos los israelitas que estaban ritualmente puros. En el Lugar Santo sólo podían entrar los sacerdotes y en el Lugar Santísimo sólo podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año.
El área del Atrio que estaba situada hacia el este, era cuadrada, de cincuenta por cincuenta codos.
En total se usaron 60 columnas para sostener las “cortinas” que encerraban al Atrio, es decir, que había una columna aproximadamente cada 2, 25 m (7,4 pies).
Es probable que las “columnas” fueran de madera de acacia, revestidas de bronce.
Estaban asentadas sobre “basas” de bronce (Vs 11). No se da el peso exacto de estas “basas“, pero cada una debe de haber pesado algo menos de un talento.
La altura de las “cortinas” que encerraban el Atrio era de 5 codos, unos 2, 25 m (7, 4 pies).
Esto era la mitad de la altura del Tabernáculo propiamente dicho, permitiendo que éste fuese claramente visible desde afuera del Atrio.
Sólo los Sacerdotes y Levitas podían moverse libremente en el Atrio, lo cual representaba la primera etapa en el acercamiento del hombre, desde el mundo hacia YEHOVAH DIOS.
El Sacrificio Expiatorio sobre el Altar del holocausto y el lavamiento en la fuente (Éxodo 30, 18) preceden a la Comunión espiritual y a la íntima relación con YEHOVAH DIOS.
Deben haberse usado muchos utensilios en relación con el servicio del Santuario, entre ellos la Fuente.
Las “estacas” (Vs 19) servían para mantener tirantes las cubiertas del Tabernáculo y para mantener las “columnas” en su lugar.
Estos accesorios tenían una importante función en la erección del Tabernáculo. Quizás, no podían compararse en importancia con los muebles del Tabernáculo, ni con el Altar de los Holocaustos.
Sin embargo, la ministración de los Sacerdotes no hubiese podido realizarse sin ellos. Eran como las indispensables “ayudas” que YEHOVAH DIOS ha puesto “en la iglesia” (1 Corintios 12, 28).
Versos del 20 al 21
Vs 20 el “aceite” se preparaba con aceitunas verdes majadas en el mortero, no trituradas en el molino. Como resultado, era claro e incoloro y ardía con una llama viva y con poco humo.
No se apagaba la luz porque debían “Arder continuamente”. Las siete lámparas nunca se apagaban todas a la vez, sino que continuamente debían arder día y noche, salvo durante el traslado del Tabernáculo de un lugar a otro. Las lámparas eran atendidas mañana y tarde.
Vs 21 en la “Tienda de reunión” o del encuentro, era donde YEHOVAH DIOS se encontraba con Moisés y el pueblo se reunía para encontrarse con YEHOVAH DIOS (Éxodo 29, 42-43; Números 10, 3).
“De testimonio”, es decir, delante del Arca que contenía el “testimonio”, las tablas de piedra o documento de la alianza con los Diez Mandamientos escritos por el dedo de YEHOVAH DIOS (Éxodo 31, 18; 32, 15. 16).
“Desde la mañana hasta la tarde” Debía tomarse especial precaución para que las lámparas no se apagaran en la noche.
Por cuanto la expresión “rito perpetuo” no aparece comúnmente en el libro del Éxodo, su uso debe indicar un asunto de especial importancia.