Verso 1
El poder de la confesión de Esdras no estaba en las palabras registradas en Edras 9, 6-15.
Estaba en la profundidad del corazón de donde partía la oración, la evidencia aquí es que estaba llorando y postrado rostro en tierra delante del Templo de YEHOVAH DIOS.
Él oraba esta oración y se humillaba a sí mismo en nombre del pueblo públicamente, ante una gran multitud de Israel, hombres, mujeres y niños.
Mostrando que las personas fueron golpeadas por la convicción de pecado y por la necesidad de arrepentirse y confesar. Ellos lamentaron el pecado de la comunidad del Pacto, como Esdras había hecho.
La Palabra de YEHOVAH DIOS, tiene mucho que decir acerca de la confesión del pecado y se pueden nombrar algunas instrucciones generales acerca de la confesión del pecado:
· La confesión se debe de hacer hacia la persona contra la que se ha pecado.
· Confesión pública de pecados específicos deben ser realizados al círculo de los afectados por el pecado.
· La confesión es una necesidad espiritual, se debe ser discreto sobre el pecado especifico y es apropiado cuando el círculo del pecado es personal o muy pequeño.
· La confesión debe ser apropiadamente específica.
· La confesión debe ser cuidadosa.
Versos del 2 al 4
Secanías reconocía la seriedad de su pecado, pero también sabía que su quebrantamiento presente sobre su pecado era un emblema de la obra del Espíritu de YEHOVAH DIOS sobre ellos.
De este modo, era una razón de que había esperanza para Israel.
Esdras no sugirió el curso de acción de Secanías, estaba tan preocupado que no pensó en una respuesta sabia.
Sabía qué hacer, pero sabía que la sugerencia tenía que venir de la propia comunidad en vez de él, quien era alguien que acababa de llegar a Jerusalén y a Judea.
Secanías aconsejó las acciones de arrepentimiento, en vez de simplemente consentir el sentimiento de quebrantamiento.
Se debe tener en cuenta acerca del divorcio es que es permitido en Israel (Deuteronomio 24, 1) y los matrimonios rotos habían sido abundantes en este momento, por esta razón había un gran número de esposas judías dejadas a favor de las mujeres bárbaras (Malaquías 2,10-16).
Mientras que el divorcio injustificado siempre es odiado por YEHOVAH DIOS (Malaquías 2, 16) y un testimonio para el humano de “dureza de corazón” según Marcos 10, 5, la situación descrita en Esdras 9 y 10 era un clásico ejemplo en donde el peor de los dos pecados tenía que ser elegido.
Si pudiera existir alguna razón seria para divorciarse, esta tenía mayor reclamo que las demás en su categoría.
Matrimonios realizados entre dos personas prohibidas, entre un padre y su hija, un hermano y su hermana, no solo son contrarias a la Ley, sino son matrimonios nulos por las leyes políticas de las naciones civiles.
Por lo tanto, estos matrimonios con mujeres idólatras y bárbaras, eran expresa y severamente prohibidos por YEHOVAH DIOS, podían ser anulados.
Era un mandato fuerte, porque no solo se dejarían a las esposas, también a los hijos, sin embargo, podemos ver que era voluntad de YEHOVAH DIOS.
Tampoco era mitigado por el apoyo de los esposos, aunque por la ley judía, dichos matrimonios eran nulos y vacíos, aun así, las mujeres que ellos habían tomado no conocían estas leyes, su caso era deplorable.
Sin embrago, cada una de ellas ha recibido una parte de acuerdo a las circunstancias de sus maridos, ellas y sus hijos no se dejaban desolados, pero tenían tal provisión como sus necesidades lo requerían.
Secanías exhortaba a los culpables para que hicieran lo correcto y permanecía con ellos para apoyarlos.
Era algo muy significativo porque a pesar que Secanías no era culpable de casarse con una mujer pagana, su padre y tíos sí (Vs 21).
Versos del 5 al 8
El consejo de Secanías le parecía bien a Esdras, así que inmediatamente llamó al pueblo para que hicieran un juramento conforme a lo planteado.
Significativamente, Esdras comenzó con los líderes, esperaba que ellos fueran los primeros en hacer las cosas bien con YEHOVAH DIOS.
Para Esdras, esta tragedia era tan mala como si alguien hubiese muerto, no podía pensar en sí mismo, ni es sus necesidades cuando sabía que YEHOVAH DIOS estaba siendo deshonrado en gran manera.
A Esdras se le había dado gran autoridad civil por el Rey Artajerjes (Esdras 7, 26) y aquí puso su autoridad en práctica al hacer que el pueblo cumpliera el juramento que habían hecho anteriormente en el Verso 5.
Versos del 9 al 11
Hubo un espíritu del arrepentimiento en la congregación del pueblo, fue una respuesta remarcable hacia el llamado que hizo Esdras en los versos anteriores.
Su respuesta unificada era más evidencia de la obra del Ruaj Hakodesh sobre el pueblo de YEHOVAH DIOS
La voluntad de la gente de abandonar sus comodidades y de montar humildemente en circunstancias adversas era otra evidencia del Ruaj Hakodesh sobre ellos.
La palabra de Esdras para el pueblo era clara, aunque era evidente la obra del Espíritu Santo, era importante proseguir hasta que fuera completada la acción de los divorcios masivos y no satisfacerse con una obra a medias.
Esta era una llamada clara para la confesión y el arrepentimiento, su confesión seria en vano si no hubiera arrepentimiento.
Este arrepentimiento que es la decisión de dejar de seguir en pecado y hacer la voluntad de YEHOVAH DIOS, es un elemento esencial de la vida cristiana.
Versos del 12 al 15
Otra evidencia de la mano del Ruaj Hakodesh sobre Su pueblo, respondieron inmediatamente y en alta voz, en conformidad con lo que Esdras había dicho.
El pueblo le pidió a Esdras tiempo para hacer las cosas correctamente, fue necesario porque había mucha gente involucrada en este pecado, sin embargo, el principio fue acordado con muy poca oposición.
La razón por la cual estos cuatro hombres se opusieron, es porque no deseaban la aplicación de esa medida.
Versos del 16 al 17
Cada caso fue examinado en un periodo de 3 meses, a pesar de que Esdras había aceptado el retraso porque era necesario, también hizo responsables a la asamblea de hacer lo que acordaron en los meses después de la gran asamblea.
Todo el proceso tardó varias semanas, porque muchos hombres habían tomado mujeres extranjeras.
El juicio era necesario por que necesitaban examinar si una de estas esposas había decidido genuinamente servir a YEHOVAH DIOS y abandonar sus religiones nativas.
Si la esposa pagana había decidido permanecer en su primera alianza con su pueblo formal y sus ídolos, ella no podía vivir entre la comunidad del Pacto y tenía que divorciarse.
Hasta el final del capítulo, hay una lista demostrando que solamente alrededor de 114 esposas extranjeras rechazaron servir a YEHOVAH DIOS de Israel y tuvieron que divorciarse.
Era menos del uno por ciento del pueblo quienes eran culpables de este matrimonio mixto pagano y tenían que divorciarse de sus esposas.
Aunque era un porcentaje muy bajo, aun así se tenía que confrontar de una manera fuerte y fue así.
También demuestra que la mayoría de las esposas extranjeras, decidieron unirse al pueblo de YEHOVAH DIOS tanto en sus corazones como en sus hogares.
En el Nuevo Testamento también es instruido a los creyentes que se casen con personas que comparten su Fe.
Los matrimonios con no creyentes son condenados en 2 Corintios 6, 14 y viudos, como ejemplos de los solteros, son directamente ordenados a casarse con alguien de la misma Fe (1 Corintios 7, 39).
Sin embrago, Pablo especialmente ordena que, si un creyente está casado con un no creyente, deben de permanecer casados de ser posible, para que sea un buen testimonio para el conyugue incrédulo y por el beneficio de los hijos (1 Corintios 7, 12-17).
Versos del 18 al 44
Se presenta la lista de los encontrados culpables, aquellos que habían dejado a sus esposas por que se reusaban a convertirse, están listados aquí.
Es una lista vergonzosa, no es una muy buena manera de tener tu nombre escrito en la Palabra de YEHOVAH DIOS.
Como se ha visto antes, el problema más grande es que estas esposas permanecieron paganas y se reusaban a unirse a la comunidad del Pacto, su rompimiento con el pueblo de Israel fue basado en su Fe y no en su raza.
Esdras desaparece de registros Bíblicos por al menos trece años, cuando aparece de Nuevo en el libro de Nehemías.
Su pasión en ese entonces es el mismo que el que aparece en el final del libro de Esdras, transformar el pueblo de YEHOVAH DIOS trayéndoles la Palabra de YEHOVAH DIOS.