Versos del 1 al 4
YEHOVAH DIOS aquí condena el pecado de no hacer nada. Ver que tu hermano está en necesidad y no hacer algo, es hacer el mal.
Cuando tengas la oportunidad de hacer el bien, no le negarás tu ayuda.
Es simple, cuando algo se pierde, aquel que lo encuentra no puede decir que le pertenece hasta no haber intentado en toda diligencia restaurarlo a su dueño.
Si el dueño busca encontrarlo, se debe devolver.
Éxodo 23, 4-5 también ordena a Israel ayudar a los animales extraviados, pero extiende la obligación de ayudar al animal extraviado del enemigo, no solamente de su hermano.
También, si el burro de alguien se cae y puedes ayudarle, debes de hacerlo.
Saber que tu hermano está en necesidad y negarle tu ayuda, es pecar en contra de tu hermano y en contra de YEHOVAH DIOS.
Verso 5
En los tiempos del Antiguo Testamento, hombres y mujeres vestían ropa que era superficialmente similar, batas largas y accesorios que colgaban era común para ambos sexos.
Sin embargo, las vestiduras específicas y la manera en la que eran vestidas, hacían una distinción clara entre los sexos y este mandado instruía al pueblo de YEHOVAH DIOS a respetar esa distinción.
Algunos han tomado este texto para ser el “texto de evidencia” en contra de las mujeres utilizando pantalones y algunos grupos cristianos demandan que las mujeres solo usen vestidos.
Sin embargo, este no es una orden en contra de las mujeres que usen lo que en alguna manera es una prenda común entre hombre y mujer, es una orden en contra de vestirse de una manera que deliberadamente opaque la línea entre sexos.
Esto no le prohíbe a un hombre usar una falda escocesa, no obstante, claramente prohíbe que un hombre se vista de mujer, como es demasiado común y demasiado aceptado, en la cultura de la muerte.
El aumento dramático en travestismo, comportamiento andrógino, apariencia indefinida de género y el comportamiento de doble sexualidad, en nuestra cultura es un horrendo pisoteo sobre este mandato.
El mundo cosechará una gran amargura en la perversión y más confusión de género, en esta cultura depravada.
Este mandato de observar la distinción entre sexos también es muy importante, aquellos que fallen en cumplirlo son considerados una abominación a YEHOVAH DIOS.
Esto no era solo porque el travestismo era una forma de adoración pagana e idolatra en el mundo antiguo, sino también, por el horrible precio cultural que se paga, cuando se pretende que no hay diferencia entre hombre y mujer.
Versos del 6 al 7
YEHOVAH DIOS simplemente ordenaba amabilidad hacia los animales. Incluso algún nido de ave se tenía que darle consideración especial y cuidado.
Algunos comentaristas judíos dicen que este es uno de los mandamientos menos importantes, sin embargo, tiene una promesa atados a él, para que te vaya bien, y prolongues tus días.
Si Israel obedecía este mandamiento, encontrarían Bendición y una larga vida, tanto como individuos y como nación.
¿Qué tipo de conexión puede haber entre demostrar amabilidad a los nidos, los huevos y las pequeñas aves con tener un avivamiento nacional?
Primero, es porque la Obediencia incluso hacia los mandatos más pequeños de YEHOVAH DIOS traen Bendición.
Nos coloca en una relación apropiadamente sumisa con ÉL, a tal grado que esto siempre nos dará Bendición.
Segundo, porque la amabilidad y bondad incluso en las cosas pequeñas usualmente (no siempre) habla de nuestra habilidad de ser amables y bondadosos con cosas más grandes.
Si alguien es cruel con los animales, no solamente es eso un pecado por sí solo, sino que también existe una probabilidad de que sean crueles con las personas.
Si Israel permitía que tal crueldad creciera, haría daño a la nación.
Verso 8
YEHOVAH DIOS ordenaba que se hiciera un barandal para el techo, para que las personas fueran protegidas de caer.
Fallar en construir de una manera segura traería culpa (responsabilidad) sobre el dueño o constructor de la casa.
Eran responsables por la seguridad de aquellos que usarían el hogar.
Versos del 9 al 12
Cada una de estas leyes tenía la intención de separar a Israel de vecinos paganos, quienes comúnmente combinaban cosas diversas, para lograr lo que se creía ser una combinación “mágica”.
Así que, en culturas paganas era normal combinar semillas diversas en una viña o arar con buey y con burro juntamente o vestir una prenda de lana y lino juntamente.
Cuando YEHOVAH DIOS le ordena a Israel no hacer estas cosas, no es tanto por el bien de las combinaciones en sí, sino para que Israel no imite las costumbres paganas, celtistas de sus vecinos.
Como dice Pablo, No se unan en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Corintios 6, 14).
Este mandato era para distinguir a Israel de sus vecinos paganos, de esta manera, un hombre israelita era inmediatamente conocido por la ropa que vestía.
A estas borlas les da un significado simbólico en Números 15, 37-41, es decir, que son un recordatorio para Israel de mantener la Ley de YEHOVAH DIOS.
Como la mayoría de los buenos mandatos de YEHOVAH DIOS, el hombre tiene la capacidad de trastornar y corromper el mandato.
En los tiempos de Yeshúa, Él tuvo que condenar a los fariseos en Mateo 23, 5, diciendo que ellos ensanchan sus filacterias.
En otras palabras, hacían la porción de sus borlas más grandes y prominentes para demostrar que tan espirituales eran.
Versos del 13 al 21
La idea es que el hombre acusaba a su esposa de no ser virgen, cuando se casaron.
Aparentemente, esto se descubría en la noche de bodas, cuando tenían relaciones íntimas por primera vez, me entregue a ella y no la hallé virgen.
Se miraba como una gran pérdida el dar la virginidad antes del matrimonio y si se sabía que una mujer había dado su virginidad, esto reducía grandemente las probabilidades de casarse.
Por el mismo principio, si un esposo se enteraba que su esposa le había mentido acerca de su virginidad se sentía engañado. Lo que le sigue es un intento de arreglar la situación.
De acuerdo con esta costumbre, una mujer judía sería primeramente intima con su esposo sobre un manto especial, el cual recolectaría pequeñas gotas de sangre la cual sería usada como las señales de la virginidad de la doncella.
Este manto manchado de sangre, se convertiría en propiedad de los padres de la doncella, quedándose como la señal de la virginidad de la doncella.
Si los padres podían demostrar evidencia, entonces el hombre sería encontrado culpable de hacer una falsa acusación en contra de su esposa y se le ordenaba con una multa, pagarle al padre de su esposa.
Si este era el caso, la mujer debía ser ejecutada por apedreamiento. Esto no era solamente por su promiscuidad sexual (fornicando), sino por el intento de engañar a su esposo.
Esta Ley se debe de ver conectada a la Ley de Éxodo 22, 16-17, la cual ordena que al hombre que, engañe a una doncella que no fuera desposada durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer.
Esta Ley en Deuteronomio es dirigida contra la verdadera mujer desenfrenada, quien ha entregado su virginidad.
Sin embargo, no ha reclamado sus derechos en Éxodo 22, 16-17. Ella no valoró su virginidad cuando la entregó, pero quería reclamar los beneficios de tal Ley al engañar a su esposo.
Verso 22
YEHOVAH DIOS ordenaba la pena de muerte por adulterio. Esto era primeramente por las consecuencias excesivas, tanto genéticas como sociales de este pecado.
Por lo tanto, YEHOVAH DIOS condenó el adulterio en el hombre y la mujer.
Como una cuestión práctica, esta pena de muerte rara vez se llevaba a cabo, como es el caso en la mayoría de estas situaciones en donde se ordena la pena de muerte.
Esto es porque cualquier crimen capital requería dos o tres testigos y los testigos tenían que estar tan seguros de lo que habían visto al punto de “lanzar la primera piedra”, iniciar la ejecución. (Deuteronomio 17, 6-7).
Así que, particularmente en el adulterio (o algún otro pecado sexual) raramente existían dos testigos oculares que serian capaces de iniciar la ejecución y así la pena de muerte casi no se llevaría a cabo.
Esto también nos ayuda a entender lo que Yeshúa Ha Mashiaj estaba haciendo al confrontar a la multitud, que le trajo a la mujer sorprendida en adulterio.
Por su presencia y palabras, ellos declaraban haber encontrado a la mujer en el acto de adulterio.
Pero ¿Por qué no trajeron al hombre culpable? ¿Quién estaba dispuesto a lanzar la primera piedra, es decir, iniciar la ejecución? (Juan 8, 1-12).
A pesar de que la pena de muerte por cometer adulterio raramente se cumplía, aun así, era valorada.
Esto comunicaba claramente y en una voz alta que el ideal al cual Israel debía de vivir, haciendo que la gente considerara seriamente su pecado.
Hoy, hemos suprimido este ideal, a las personas nos les importa mucho el adulterio y la sociedad sufre grandemente como resultado.
Versos del 23 al 29
Si un hombre tenía relaciones sexuales con una muchacha que era desposada con alguno, en la ciudad y nadie escucha inmediatamente a la mujer dando voces en su intento de detener al hombre, entonces, ambos debían de ser ejecutados.
La mujer debía ser ejecutada por desgraciar su virginidad, el hombre debía ser ejecutado porque humilló a la mujer de su prójimo.
La mujer era considerada la mujer de otro hombre, a pesar de que solo estaba desposada, aún era virgen, sin haber concebido matrimonio.
Si un hombre tenía relaciones sexuales con una virgen que estaba desposada y se encontraban en el campo, donde nadie podría escuchar a la mujer, incluso si gritaba, entonces, solo el hombre debía ser ejecutado, porque la mujer había sido una víctima de violación.
Significativamente, la mujer no debía ser culpada por ser violada y era presunto que era inocente en este asunto.
Si un hombre tenía relaciones sexuales con una virgen que no fuere desposada, entonces debía pagar la multa, casarse con ella, presuntamente, si ella lo aceptaba y él perdía el derecho de divorciarse de ella en el futuro.
Es de notar que las cincuenta piezas de plata se tenían que pagar en adición al dote.