Cumplir los Mandatos con Yeshúa es el Propósito y Destino de la Ekklesia

Pronto se desencadenarán los eventos del fin, muchas personas desfallecerán al no estar preparados para experimentar semejantes reacciones cósmicas que sacudirán toda la tierra.

Preparación, es simplemente anticiparse a los acontecimientos de la mejor manera para enfrentarlos con la mayor disposición de salir triunfadores, tomando en cuenta, que se ejecutarán las recomendaciones pertinentes para asumir con total seguridad en Fe, Esperanza y Amor, el juicio que viene de parte del Dios Altísimo sobre todas las naciones con derroche de Salvación para sus Santos y con castigo y condenación a los rebeldes.

Estar preparados para eternidad, es un asunto de estar despiertos todos los días en sujeción a los mandamientos de Yehováh, apegados a la doctrina del amado esposo de la Ekklesía Yeshúa Ha Mashíaj.

El pronto escritural, no reviste en sí un tiempo estimado cronológico, consiste más bien, en señalar los próximos eventos que restan por cumplirse en las Fiestas de Otoño, donde el Padre trae galardón a todos los que perseveraron como la Novia Santa, la Ekklesía de Yeshúa Ha Mashíaj, apartados de la influencia del mundo, la carne y el demonio.

Hoy en la Primera Lectura, el profeta Jeremías nos muestra que la Salvación procede del Mesías o enviado Ungido de Yehováh, capacitado para poner a salvo a cuantos crean en su doctrina.

Viene del linaje de David, pero como vástago, es un retoño criado en Nazaret con el poder de Yehováh quien instaura la justicia haciendo que las personas abandonen el apego a las tradiciones de hombres y vuelvan a la adopción de los mandamientos de la Palabra de Vida en todas las casas de Israel y de Judá.

Yeshúa Ha Mashíaj, se ha constituido en nuestra Justicia por Voluntad de Yehováh desde antes de todos los siglos, Yeshúa vuelve para establecer su gobierno milenial completando la obra del rescate amoroso de nuestro Padre Bueno y Eterno Yehováh.

En el Salmo se nos plantea, que debemos aspirar recibir la doctrina de la Palabra de Yehováh libre de contaminación, con el anhelo de obedecerla con humildad para ser fructíferos en las obras del Padre Creador.

Solo el Padre es Bueno y nos ha dado las escrituras sagradas como el medio requerido para recibir la instrucción de la Cultura del Reino de Amor, porque su misericordia y lealtad están cerca de quienes con diligencia ponen en práctica sus mandamientos.

En el Evangelio de hoy se nos invita a prestar atención a los signos visibles en la naturaleza que advierten sobre la inminente llegada del “Día del Señor”, donde coloca separación definitiva entre los justos y los impíos moradores de la tierra, donde la Ekklesía Santa es preparada para entrar en el Banquete de Bodas del Cordero, mientras el juicio de la ira de Yehováh se desata sobre tierra cuando el hijo del hombre Yeshúa Ha Mashíaj baja en la nube de Gloria.

Es necesario que los justos prevalezcan en la Santidad aguardando el gran día con sobriedad, pidiendo de continuo que el Padre de bondad nos considere dignos de guardarnos a salvo, aunque se desate su ira sobre la tierra.

Debemos estar continuamente preparados en un estado incuestionable de Santidad como la Ekklesía hallada sin manchas ni arruga sobre su cara.

Finalmente en la Segunda Lectura, el apóstol Pablo nos insta a perseverar firmes en la obediencia a los mandamientos para que en la Segunda Venida el Padre Eterno Yehováh no consiga nada por lo que pueda reprocharnos y podamos entrar gozoso al Banquete de las Bodas del Cordero.

Debemos estar siempre preparados para entregar cuentas claras al Padre Misericordioso, porque el día en que se completa nuestra Salvación está cerca.

Vivimos para agradar al Dios Altísimo, por lo que hacemos de la instrucción de Su Palabra un hábito perseverante y recurrente para alcanzar la Victoria, por causa de su infinita misericordia para con nosotros.

Todo esto será desarrollado en con mayor detalle en la Hermenéutica del Shabbat, que el Padre Eterno ha dispuesto con anticipación, para gozarnos en su Amor