LECTURAS
DEL SHABBAT
EVANGELIO
Lucas 5, 1-11
1RA LECTURA
Isaías 6, 1-8
2DA LECTURA
1 Corintios 15, 1-11
SALMO
138, 1-8
Reflexión de la Palabra Semanal
Yehováh capacita para entrar a Su servicio solo a quienes se arrepienten de su antigua manera de vivir, recibiendo con el perdón, la conversión en el Ruaj Hakodesh, quien le otorga autoridad y poder para ejercer funciones encomendadas del Altísimo y dar cumplimiento a la Voluntad del Eterno Padre Creador delante de los hombres.
La humillación por definición es caminar la milla bajo la dirección de la cabeza legal, lo elemental como discípulos de Yeshúa Ha Mashíaj es comprender que no vivimos para nosotros mismos, sino, para hacer la Voluntad del Esposo de la Ekklesía.
Quien busca agradar al Padre Celestial, es uno que guarda celosamente Sus Mandamientos, obrando en ellos, siendo moldeados por la entrega voluntaria sacrificial, Lucas 6, 40 El discípulo no está por encima de su maestro, pero si se deja formar, se parecerá a su maestro.
Ahora bien, en el bautismo en Yeshúa hemos sido llamados a ser profetas, sacerdotes y reyes santos. Estas habilidades son fomentadas en nosotros, por el contacto permanente con el Logos y el Rhema.
De hecho, para caminar y dar a conocer cuál es la Voluntad de Dios, lo que Le agrada y lo que es perfecto debemos ser perfectos adoradores en Espíritu y Verdad, que obedecen los Mandamientos de Yehováh, sirviendo al Padre Celestial, enseñando a otros a vivir en la cultura del Reino de Amor de Nuestro Amado Esposo de la Ekklesía Yeshúa Ha Mashíaj.
En términos generales, un profeta es una persona que habla la verdad de Dios a otros. La palabra griega prophetes, puede significar “uno que habla” o “defiende”. A los profetas también se les llama “videntes”, debido a su intuición espiritual o su capacidad para “ver” el futuro.
En la biblia, los profetas tenían tanto la función de enseñar como la de traer revelación, declarando la verdad de Dios sobre temas contemporáneos, y al mismo tiempo, revelar detalles sobre el futuro.
El ministerio de Isaías, por ejemplo, tocó tanto el presente como el futuro. Predicó valientemente contra la corrupción en sus días (Isaías 1, 4) y entregó grandes visiones del futuro de Israel (Isaías 25, 8).
Los profetas tenían la tarea de hablar fielmente la Palabra de Yehovah a la gente, ellos fueron instrumentos para guiar a la nación de Israel y establecer la Ekklesía. Los que son Ekklesia, están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús. (Efesios 2, 20).
Más de 133 profetas nombrados se mencionan en la biblia, entre ellos 16 mujeres. Además, muchos otros profetizaron como fue el caso de los 70 ancianos de Israel (Números 11, 25) y los 100 profetas rescatados por Abdías (1 Reyes 18, 4).
El primer profeta mencionado en la biblia es Abraham. En Génesis 20, 7 Dios habló a Abimelec en un sueño, diciendo: Ahora devuelve su mujer a ese hombre, porque es un profeta. El rogará por ti y vivirás…”
Dios se había revelado a Abraham en numerosas ocasiones, generalmente, los profetas que Yehovah envía son despreciados y su mensaje es ignorado. Isaías, describe su nación diciendo: Es un pueblo que nunca está conforme, son hijos hipócritas, que se niegan a escuchar los consejos de Yehovah. Han dicho a los videntes:“No tengan más visiones”, y a los profetas: “No nos comuniquen la verdad, más bien, cuéntennos cosas interesantes” en Isaías 30 ,9-10.
Yeshúa se lamentó de que Jerusalén había matado a los profetas enviados por Dios. Lucas 13, 34.
Por supuesto, no todos los que “proclaman” un mensaje en realidad son profetas de Yehovah. La biblia nos advierte contra los falsos profetas que dicen hablar en Nombre de Yehovah, pero, que en realidad engañan a las personas que pretenden informar.
El rey Acab mantuvo 400 de estos falsos profetas contratados para que le dijeran lo que él quería oír (2 Crónicas 18, 4-7; 2 Timoteo 4, 3). En el nuevo testamento tenemos muchas advertencias contra los falsos profetas.
Yeshúa enseñó: Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Mateo 7, 15. Luego, Él añadió que, en el final de los tiempos, se presentarán falsos mesías y falsos profetas, que harán cosas maravillosas y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, aun a los elegidos de Dios, en Mateo 24, 24. Apocalipsis habla de un falso profeta que surgirá en la tribulación y engañará a las personas en todo el mundo (Apocalipsis 16,13; 19, 20; 20,10). Para evitar ser engañados, siempre debemos considerar: Examinen los espíritus para ver si vienen de Dios (1 Juan 4,1).
Un verdadero profeta de Dios se comprometerá a hablar la Verdad de Yehovah. Él o ella nunca va a contradecir la Palabra revelada de Yehovah. Un verdadero profeta dirá, como el profeta Miqueas justo antes de su fatídico enfrentamiento con Acab, “Por la vida de Yehovah anunciaré lo que mi Dios me diga” en 2 Crónicas 18,13.
En la Primera Lectura de hoy tenemos que Yehováh llama a quien quiere al servicio profético, en la Segunda Lectura vemos que debe comunicar el mensaje de Dios y con total fidelidad. En el Evangelio observamos que al igual que en la primera lectura que Yehováh constituye como profetas a quienes han hecho un genuino arrepentimiento constituyéndose en pescadores de hombres, finalmente, en el Salmo observamos que la cualidad resaltante en el profeta es la acción de gracias, porque en medio de la acción de gracias es donde habita Yehováh.
Todo esto será ampliado en el Banquete de la Hermenéutica del Shabbat semanal, que el Padre de bondad ha dispuesto para ser disfrutada por todos nosotros a continuación…