En Yeshúa Ha Mashiaj la Ekklesía tiene su Rey y Sumo Sacerdote Eterno

Un sentimiento es algo que se pasa una vez es satisfecha la necesidad, cuando tenemos hambre lo propio es considerarlo como un sentimiento, entonces decimos siento hambre, pero ¿Qué pasa después que comemos? se desaparece el sentimiento.

Así, las personas frívolas del mundo, incluidos los eruditos de la gran academia española llaman sentimiento al amor, de tal manera, que el amor termina cuando se consuma el acto carnal propiciado por sentir atracción física.

Lo que enseña el mundo sobre el amor es el engaño más espantoso y no debe sorprendernos que exista tanta promiscuidad entre lo que dicen ser generosos en el amor.

Amor es estar dispuesto a morir cumpliendo el pacto para que otros vivan, pasar sacrificios y privaciones para que otros a quienes amamos tengan una vida con provisiones que les dan seguridad, estabilidad y comodidad.

Es cuidar, servir, suplir los requerimientos en espíritu alma y cuerpo en las vidas de quienes están bajo cobertura, en acuerdo con los límites propios del pacto asumido.

Es así como la forma de amor que exige la muerte plena del ser individual, por vocación en función de velar por la vida de alguien más, en forma plena es lo que significa el pacto matrimonial.

Hoy la Primera Lectura nos enseña que nuestro principal sacrificio voluntario de pacto es satisfacer las demandas de nuestro Padre del Cielo Yehováh de los Ejércitos, Él Único Dios verdadero, aquel que con su propio aliento nos ha dotado de vida.

De ÉL salimos y a ÉL volveremos, fuimos hechos por ÉL para su propio deleite y con la premisa de amar también a nuestros hermanos, para lograr que el mensaje de la Salvación llegue a todos, para conformar con Éxito la Ekklesía de Yeshúa Ha Mashíaj.
Solo quien se sacrifica por Yehováh y el bien del prójimo, obtiene la Vida Eterna propia de quien posee el Reino de Amor de nuestro Padre Creador.

¡¡¡¡El Salmo nos invita a gritar con todo nuestro ser!!!! ¡¡¡¡¡Yo te amo Señor, tú eres mi fortaleza!!!! una y otra vez experimentando el compromiso que esa poderosa confesión expresa.

Debemos repudiar toda forma de idolatría, CLARO QUE SON REQUERIDOS LOS AFECTOS HUMANOS, PERO LO ESENCIAL PARA QUE PODAMOS FUNCIONAR BIEN ES EL AMOR DE YEHOVÁH DIOS EN NUESTRAS VIDAS, y replicarlo cuidando y cultivando a nuestro prójimo en el amor que hemos recibido de nuestro Padre del Cielo.

En el Evangelio se nos invita a adorar, obedecer y servir a Yehováh con todo nuestro espíritu, alma y cuerpo de forma íntegra, vigilando el dejar fuera la influencia del mundo, de la carne y el demonio.

No podemos permitir que ni las ocupaciones o distracciones de la vida diaria nos aleje de sacrificar tiempo recursos y nuestras propias vidas como ofrendas voluntarias sacrificiales, ya que amor AHAVA es Yo daré.

Demos lo mejor de nosotros, nuestras vidas completas a nuestro Hacedor, que se place de nuestra generosidad para con ÉL y exige que sea con alegría para que experimentemos que realmente es necesario vivir apasionados por el amor al Padre Celestial, Quien no se deja ganar en generosidad, con ello, experimentaremos las vidas más bendecidas por causa de Su Amor por nosotros.

En la Segunda Lectura nos muestra que debemos entregarnos confiadamente a Yehováh pues Nuestro Señor, Dueño y Salvador esposo de la Ekklesía Yeshúa Ha Mashíaj está ejerciendo su oficio de Sumo Sacerdote Eterno, por nosotros ante el Padre Amado.

La Palabra de Vida nos enseña que la clave es vivir confiados en Yehováh, Quien hace proezas para sostener a salvo a sus justos que le adoran, obedecen y sirven.

Es hora de ser valientes en Amar a Yehováh con total determinación, con toda pasión y te aseguro que serás conmovido hasta lo más profundo de tus entrañas al constatar que ciertamente el Señor no vacila en entregarlo todo por nuestro bien y de todos los que están bajo nuestra cobertura.

Todo esto, será desarrollado en la hermenéutica del Shabbat que a continuación les otorga el Padre de infinita Bondad Yehovah de los ejércitos…