Mosqueteros de Yehovah

Matrimonio, Divorcio y Recasamiento bajo la Cultura del Reino de Yehovah

LECTURAS

DEL SHABBAT

EVANGELIO

Marcos 10, 2-16

1RA LECTURA

Génesis 2,18-24

2DA LECTURA

Hebreos 2, 9-11

SALMO

128, 1-6

Reflexión de la Palabra Semanal

El aprendizaje en los individuos varía de acuerdo con la edad en que llega la información, un niño aprende más rápido que un adulto, y es que al no tener nada con que comparar el nuevo conocimiento, no lo cuestiona, simplemente lo asume y comienza a aplicarlo de la forma correcta, aún si no comprende el porqué de las cosas, ni siquiera se interesa en saber ¿Por qué? solo aplica lo que ha aprendido y experimenta satisfacción solo con el refuerzo de haber hecho bien la tarea.

El niño fija el mensaje tal cual lo recibe, esto se llama aprendizaje pedagógico. Para los adultos el fijar el conocimiento depende de su nivel de comprensión, además del interés de aprender, aunado a la experiencia.

Toma lo que le interesa y lo que no, simplemente ni lo recuerda, esto es lo que se llama el aprendizaje andragógico.

De allí, lo alarmante de la modificación en los programas de la educación primaria para incluir la satánica ideología de género, que promueve abiertamente la homosexualidad infantil, incluso otorgando a los niños el que expresen como quieren ser identificados en las escuelas. Esto representa la legalización de la aberración.

Esta ideología, no tiene poder alguno sobre los adultos, quienes ya han sido modelados por su entorno familiar en cuanto a su identidad sexual. 

Cuando el adulto contrasta el nuevo aprendizaje con su experiencia simplemente al ser heterosexual desecha este conocimiento, mientras que los niños no cuentan con esa facultad, sin una orientación exhaustiva de los padres.

En la Primera Lectura encontramos a Yehováh, diciendo en el principio, lo que quieres decir antes que todo fuese hecho, hizo al hombre, y a la mujer la sacó de él para que tendiese hacia él, de forma sujeta como su ayuda idónea.

Sin embargo, la paternidad irresponsable o ausente se ha encargado de establecer un matriarcado, donde quien lleva los pantalones en la casa es la mujer, haciendo que se le haga extremadamente difícil a la niña cuando llega a la edad del matrimonio, sujetarse a su esposo, cuando no logró percibir este modelaje en su mamá.

El hombre y la mujer son llamados a vivir en pareja bajo el Pacto Matrimonial, de tal forma, que se convierten en un solo espíritu, en una sola alma y en un solo cuerpo delante del Padre Creador, lo que requiere una vida sin pecado, porque este llamado fue instituido antes que el hombre cometiese el pecado original.

En lo que respecta al Salmo vemos como es el orden dentro del hogar del justo que adora, obedece y sirve a Yehováh, todo le resulta bien porque cumple con su rol descrito en la Palabra de Vida.

El hombre injusto no puede exigir nada a la esposa porque la sujeción no funciona ni a la fuerza ni por miedo. La sujeción verdadera es la que se hace voluntariamente por amor. Incluso en derredor de su mesa, esto quiere decir que le escuchan atentamente y con admiración, porque es uno que modela con el ejemplo. Está rodeado de prosperidad por causa de su obediencia, al estar presto para ser el proveedor del hogar del que es la cabeza.

En el Evangelio, ¿Qué tiene que ver las exigencias propias del matrimonio, con el hecho de ser como niños? para la mayoría de las personas simplemente comenzó a hablar del trato debido de preferencia a los niños, pero no es así, sigue hablando de la exigencia de la Santidad Matrimonial.

Aquí podemos ver que Yehováh permite el divorcio matrimonial en la generación de los viven en naturaleza caída, es decir, a los que tratan de vivir en el Pacto Matrimonial sin poseer la unción requerida, porque fue extraviada con el pecado de Adán.

Son duros de corazón o lo que es lo mismo de espíritu, porque no viven en la unción del Ruaj Hakodesh, totalmente necesario para poder ser fieles al Pacto Matrimonial.

Ahora bien, quien no recibe el Reino o lo que es lo mismo la legislación de Yehováh como niño, como aprendizaje pedagógico referente al matrimonio sin buscar los supuestos vacíos de ley, en su caso personal para llenarse de excusas que permiten la infidelidad y el divorcio, no puede entrar en el Reino, ya que siempre en su rebeldía estaría meditando en establecer nuevas relaciones con otras personas, supuestamente por su aspecto de mayor atractivo que el modelo viejo que estimula a todos los carnales.

Si en Yeshúa hemos sido restaurados en la unción del Ruaj Hakodesh, entonces, vivimos el Pacto Matrimonial con excelencia, bajo la unción que Yeshúa nos da.

Para finalizar la Segunda Lectura, nos muestra una analogía de como Yeshúa logró por su sacrificio santificar a su esposa la Ekklesía.

El Matrimonio, solo puede ser Santo, cuando el varón cumple su rol de sujetarse por completo a Yeshúa, para poder con su sacrificio reverente santificar a su esposa, gesto que dicho sea de paso trae Salvación sobre todos los integrantes del clan familiar, sobre el padre, la madre y los hijos.

La cabeza es el iniciador, por tanto, es el que más sacrificios ha de hacer en casa. Por muy buen trabajador diligente que sea el hombre, si es un vago ausente en la casa, no está cultivando y cuidando su hogar.

El varón ha de entender que la mujer es la ayuda y no él. La mayoría actúan, como uno que ayuda mediocremente con dar para cubrir los gastos. Se requiere de hombres de valor que después de extenuadas jornadas laborales lleguen a casa a servir a sus esposas y no a ser servidos.

Si llegó temprano, entonces, es él quien ayuda a los niños con los deberes escolares, prepara los alimentos o lava los baños. El hombre justo está verdaderamente involucrado en las actividades propias de la rutina del mantenimiento del hogar.

Todo esto será desarrollado en detalle en la hermenéutica que el Padre Glorioso tiene dispuesta para que disfrutemos en este Shabbat de Delicias, a continuación…

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