La Ekklesía es Plena al Caminar Dirigida Bajo la Cobertura de Yeshúa

Este movimiento se hace fuera de celo, por lo que él cree que es la unidad de la Ekklesía lo que está en riesgo, Él los habría silenciado, para no ocasionar un cisma, ni compitiesen con Moisés; pero Moisés no tenía miedo de esos efectos de ese Espíritu que Dios había puesto sobre ellos.

¿Vamos acaso a rechazar aquellos a quienes Cristo se ha constituido en su dueño? o ¿Restringir a cualquiera de hacer el bien, porque no son en todas las cosas de nuestro agrado?

Moisés más bien desea que todos los ciudadanos del pueblo del Señor fuesen profetas, que ÉL simplemente pusiese Su Espíritu sobre todos ellos para que nadie necesite ser enseñado. El testimonio de Moisés es totalmente contrario al de las personas que ambicionan estar en el poder, no entienden que el gobierno lejos de ser un privilegio como lo es entre los mundanos, es una carga para quienes sirven a Yehováh, quien pide cuentas celosamente del cuidado de su rebaño.

Se trata de una carga que requiere total atención y la molestia de los que hacen la conciencia del deber de ella y para los que no, resultará una carga más pesada en el día del juicio, los que hallan juzgado mal, serán corregidos severamente.

El ejemplo de la humildad de Moisés ha de ser seguido por aquellos en el poder, no despreciando el consejo y la ayuda de otros, por el contrario, en su humildad debe estar agradecido de quienes desean ayudarlo.

En lo que respecta al Salmo, trata de la revelación divina, es decir, del modo en que Yehoah se ha comunicado a nosotros.

En cuanto a la revelación divina, hay dos tipos: la revelación general/natural y la revelación especial. La revelación general es un “término utilizado para declarar que Dios revela algo sobre la naturaleza divina a través del orden creado”.

La revelación especial es “la manifestación de Dios a personas concretas en tiempos y lugares definidos, permitiendo a esas personas entrar en una relación redentora con él”.

En el Salmo 19, hay tres aplicaciones a considerar con respecto a la consejería bíblica:

(1) Yehovah desea comunicarse con nosotrosa través del mundo creado, como de la Palabra.

(2) Lo que aprendemos sobre Yehovah de Su Palabra, tiene prioridad sobre lo que aprendemos sobre Yehovah, en el mundo que ÉL creó.

(3) Yehovah pretende que la revelación de Sí mismo en Su Palabra produzca santidad en nosotros.

No hay nadie, ninguna autoridad humana, que pueda estar por encima de la Palabra de Yehováh, en eso consiste el permanecer humildes, en estar sujetos a los Mandamientos de Dios, con toda disposición a obedecer siendo lo mejor para toda la humanidad.

Solo quien se sujeta al Dios Vivo en adoración permanente produce frutos de santidad.

Lo que respecta al Evangelio, llama la atención que Juan use la frase “se lo prohibimos porque no nos seguía” en el verso 38. ¿Quién tiene la autoridad de ministrar usando el Nombre de Yeshúa?

Para Juan, pareciera que únicamente aquellos que eran cercanos al Mesías tenían dicha autoridad, pero el ministerio y las enseñanzas de Yeshúa impactaron y transformaron no solo la vida de los discípulos que caminaban y convivían con Él.

Dicho ministerio fue más allá de una pequeña congregación de personas, y una muestra de ello es que también otros, fuera de dicha pequeña manada, estaban ministrando y liberando en el Nombre de Yeshúa.

Yeshúa le responde a Juan que no debían impedir que otros hicieran milagros en Su Nombre, aunque dichas personas fueran desconocidas para los discípulos, no eran desconocidas para Yehováh.

Del mismo modo que Juan y los otros discípulos fueron llamados a llevar las Buenas Nuevas de Salvación, a predicar y a enseñar sobre el Reino de Dios, lo mismo podía hacer cualquier persona que obedeciera a Yeshúa y en el Poder que tiene el Nombre de Yeshúa para liberar, sanar, transformar y redimir vidas.

Aquellos que hacen milagros en el Nombre de Yeshúa, están ungidos y por tanto, son usados como instrumentos de Yehovah, forman parte del Reino de Dios y, por lo tanto, no representan una amenaza para otros siervos y siervas de Dios.

Juan creía que sólo unos pocos tenían autoridad y poder para obrar milagros, pero Yeshúa le aclara que Yehovah usa y recibe en el Reino de Dios a toda persona que cree en ÉL y que rinde su corazón como adorador, obedeciendo Sus Mandamientos, poniendo su vida al servicio de Yehovah.

Finalmente, Santiago en la Segunda Lectura aconseja que si los ricos orgullosos no se convierten en humildes que sirven a Yehováh, les espera el juicio de la ira del Dios Altísimo. En ese día no habrá trato preferencial que pueda comprarse y sufrirán la consecuencia de su obstinado extravío recalcitrante.

Todo esto será desarrollado en detalle en la hermenéutica del Shabbat que el Padre de bondad nos dispensa en el día de descanso que es nuestra delicia a continuación…