Versos del 1 al 5
Con el inicio del capítulo, se pasa ahora del registro de la ciudad al del paraíso.
En estos primeros cinco versos se expresa un anhelo, presente en todos: el Edén soñado, es la búsqueda del origen perdido, paz divina con toda la creación renovada.
La Nueva Jerusalén no se trata de un retorno a aquel jardín del Génesis, sino de un paraíso nuevo. Es la Comunión Perfecta, sin sombras de pecado, anudada entre Yehovah Dios y Su Ekklesia. La historia de la Salvación llega a su plena culminación feliz.
Se muestra la presencia de Yehovah Dios Trinidad, dador de vida (1, 4-6; 22, 1-3). Ahora Yehovah Dios y el Cordero son los ocupantes simultáneos del mismo trono.
Comunión Perfecta en el Padre y el Hijo; ambos comparten la divinidad y son Fuente de Vida.
El Espíritu es contemplado en ese río impetuoso que brota del trono; sólo Él hace posible la fecundidad para toda la Ekklesia.
Esta imagen fluvial se inspira en aquel río que regaba el primer jardín (Génesis 2,10) por ser el mismo Creador Yehovah Dios, río de la visión del profeta Ezequiel quien ve manar del Templo agua que pronto se convierte en río creciente, a cuya ribera brota una feraz arboleda, y cuyas aguas dan vida (Ezequiel 47, 1-12).
El Apocalipsis crea las expresiones “agua de vida” y “árbol de vida”, insiste en la fecundidad y en su alcance universal, las hojas del árbol de vida sirven para la sanación de las naciones.
¡Feliz promesa! Ya no existirá ninguna condenación ni anatema, como aquella desdichada maldición que empañó las relaciones entre Adán, Eva, los animales y la naturaleza (Génesis 3,16-22).
La Ekklesía podrá ver el rostro de Yehovah Dios, lo que anheló Moisés (Éxodo 33, 20); el deseo ardiente del salmista (Salmo 17, 15; 42,3), ahora se cumple verdaderamente.
La Ekklesia porta el Nombre de Yehovah Dios escrito en sus Yehovah Dios se convierte ya en el horizonte indeclinable de sus vidas: su destino glorioso, su gozo más íntimo.
La luz de Yehovah Dios es tan poderosa que ante su fulgor palidecen las luces astrales (sol y luna) y las lámparas del culto, la vida divina que envuelve gloriosamente a toda la Ekklesia. Es sobreabundancia de vida, inmarchitable, para siempre.
Versos del 6 al 21
Venida de Cristo. Este epílogo forma inclusión con el prólogo inicial (1, 4-8).
Intervienen el autor del libro, el ángel, Yeshúa Ha Mashiaj y la Ekklesía. Diálogo escrito para que toda la Ekklesía que obedeció tenga acceso a Él y participe de su riqueza.
Toda la revelación que anteriormente se ha mostrado, resulta tan inaudita e increíblemente consoladora que es preciso una autoridad divina que la garantice.
Por eso, la formulación: “éstas palabras son ciertas y verdaderas” confirma que su contenido íntegro se apoya en la verdad divina.
Yehovah Dios mismo es el que guía a sus profetas, entre los que se encuentra Juan que escribe lo que Yeshúa Ha Mashiaj le manifiesta, autor del Apocalipsis.
Yeshúa mismo se presenta como “retoño y descendencia de David”, hace viva las promesas anunciadas al rey, modelo de reyes en Israel y como “astro brillante de la mañana”, el nuevo Mesías y el Rey.
Yeshúa ha nacido, victoriosamente, surgiendo de la noche de la muerte en la mañana de Pascua. Ahora, ya vivo y resucitado, ilumina con la luz de su vida a toda la humanidad.
El Espíritu y la esposa proclaman una voz compartida, al unísono como una “sinfonía”.
El Espíritu nunca ha dejado de animar a la Ekklesia para que su amor por el Mashiaj no decaiga, sino que se acreciente.
Así como con un grito de amor se abría la Palabra de Yehovah Dios, “esta sí que es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Génesis 2, 23); así se cierra el último libro de la revelación.
Es el grito de la Ekklesia, sostenida por su instinto más profundo, el Ruaj Hakodesh.
La Ekklesia ansía la venida de Cristo, su Esposo y Señor. Repite con incesante vehemencia la primitiva oración cristiana del “Maranatá” (1 Corintios 16, 22).
Se formula una petición para que la Ekklesia que escucha estas palabras del Apocalipsis, se acerque y personalmente venga a tomar parte y recibir gratis el don de la vida divina que se celebra.
Libro Profético, donde Yeshúa Ha Mashiaj alimenta de Fe para la Ekklesia, debe permanecer ya inalterado e intocable.
La venida de Yeshúa constituye el motivo central. Yeshúa anuncia su pronta venida (7. 12). Esta iniciativa prende y encuentra eco en la Ekklesia, que, animada por el Espíritu, suplica su llegada (vs 17).
Yeshúa responde afirmativamente al anhelo de la Ekklesia: “Sí, vengo pronto” (vs 20a), y ésta afirma con más ardor su venida, proclamando “Amén”, y renueva otra vez su anhelo, insistiendo: “¡Ven, Señor Yeshúa” (vs 20b).
De esta manera, la Ekklesia va alimentando su esperanza y experimentando que Yeshúa viene, intensamente en la celebración de sus misterios, con una presencia cada vez más creciente hasta que se haga del todo plena.
Todo honor y Gloria a YEHOVAH!!! Amén amén y amén!!!!
Gloria a YEHOVAH DIOS PADRE por este año del Rey en dónde hemos asumido y culminado con éxito este reto de leer la Biblia completa de tapa a tapa, seguramente comenzamos siendo unos y estamos terminando siendo transformados por La Palabra y El Espíritu que da la vida, Gloria a YEHOVAH DIOS PADRE por sus vidas preciosos Padres Espirituales por ser instrumentos de YEHOVAH para hacernos Dicipulos de Yeshúa Ha Mashiaj para hacernos la Novia Santa del Cordero que le dice Ven Ven Ven , por cada uno de estos comentarios bíblicos que día a día a lo largo de este año que está por culminar han Sido publicados por ustedes Mosqueteros de YEHOVAH, Gloria a YEHOVAH DIOS PADRE por este Ministerio que es Suyo y al cual pertenecemos, solo hay Victoria en Yeshúa Ha Mashiaj Amén Amén y Amén
Todo honor y toda gloria al Padre Yehovah Dios por permitirnos conocer esta gran enseñanza que tuvimos a través del reto bíblico tomados de su mano llegamos al propósito qué nos permitió conocer más de Yeshua ha Mashiaj y sus promesas serán cumplidas materializada en aquel que cree en la verdad que nos a permitido crecer espiritualmente como hijos, como padres, como esposos (a) como hermanos ver qué hemos sido escogidos para representar el nombre de Yeshua ha Mashiaj por los frutos de bendición qué damos cada día al sujetarnos y vivir como doulos esclavos de Yeshua por amor hemos sido grandemente bendecidos en culminar el reto bíblico.
Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán. Toda obra del Señor tiene un propósito.
Proverbios 16:3-4