Versos del 1 al 2
El reporte de los líderes a Esdras.
Después de su llegada y la contabilidad apropiada de todos los regalos de Babilonia, Esdras fue presentado con malas noticias.
La condición espiritual de la comunidad post-exilio era mala y esto era evidente en la falla de separarse de la gente pagana que aún poblaba la región.
Su incapacidad para separar, dio lugar a los matrimonios mixtos con las comunidades paganas de alrededor.
Esto demuestra que el problema no era meramente étnico, es que no se separaban de estas abominaciones, especialmente la idolatría de estas personas.
Todo esto testificaba aborrecimiento, no meramente el acto de tomar esposas forasteras, sino que se unieron a sus abominaciones idolatras.
Con el abandono de la identidad judía, el mínimo abrazo de idolatría o su tolerancia en la comunidad judía, en unas pocas generaciones cesaría de haber alguna comunidad judía distintiva en la Tierra Prometida.
Lo peor de todo, los líderes de la comunidad eran líderes principalmente en este pecado, líderes, pero en la dirección equivocada.
Verso 3
El completo asombro de Esdras, había terminado su viaje peligroso de 4 meses de Babilonia a Jerusalén.
Él había idealizado el compromiso espiritual de los pioneros que regresaron del exilio y esperaba ver algo completamente diferente a la cultura de compromiso que encontró.
Unas de las razones de su luto, expresado por el rasgado de su vestido y manto y el arrancarse la barba, fue que Esdras recordó que estos pecados de idolatría y compromiso fue lo que causó que las tribus de Israel fueran exiliadas anteriormente.
Sin duda, se preguntaba cómo el pueblo podría ponerse en peligro a sí mismos de nuevo.
Angustiado “asombrado”, significa “horrorizado o estupefacto”. Expresa que su alma estaba tan sorprendida por el pecado que está horrorizada. La palabra en el Inglés original significa “el estar pálido”.
Ambos Esdras y Nehemías fueron confrontados con el pecado de los matrimonios mixtos paganos.
Nehemías respondió arrancando la barba de los culpables (Nehemías 13, 25), Esdras respondió arrancando su propia barba.
Verso 4
Esdras es acompañado por otros que también se afligieron por el pecado de Israel.
Había unos en la comunidad que también estaban aterrorizados por el pecado de su compatriotas.
Estos quienes eran marcados por el respeto hacia la Palabra de YEHOVAH DIOS, se juntaron con Esdras.
Este es un título interesante, que se les da a los que pecaron, en un sentido histórico ellos estaban entre los cautivos que regresaron de Babilonia, aunque muchos o la mayoría de ellos habían nacido en Judea.
Aun así, en un sentido espiritual fueron los del cautiverio, por su pecado de juntarse con idólatras y por su idolatría.
Versos del 5 al 6
El sentido de vergüenza de Esdras, sabía que había un tiempo para estar de luto y lo hizo por un largo periodo, también sabía que había un tiempo para orar y ahora comenzaría su oración.
Esdras era uno de los muchos de la Biblia que oraba de rodillas. A pesar de que las manos de Esdras estaban extendidas, su rostro estaba inclinado en vergüenza y humillación ante YEHOVAH DIOS.
Sintió que los pecados de las personas de Israel habían pesado su cabeza abajo tanto que no podía levantar su cabeza, nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza.
Significativamente, Esdras oró diciendo “nuestros delitos”, en vez de “sus delitos”.
Esdras había llegado a esta comunidad y no había compartido ninguna experiencia ni conducta con ellos.
Aun así, sabía que por que estaban ligados por el mismo pacto ante YEHOVAH DIOS, sus delitos eran también de él.
Versos del 7 al 9
Esdras recuerda la última bondad de YEHOVAH DIOS a Israel a pesar de sus pecados.
Reconocía el pasado pecaminoso en general de las tribus de Israel y cómo el exilio fue una obra justa de YEHOVAH DIOS contra Su pueblo pecaminoso.
Luego reflexionó sobre la gran bondad de YEHOVAH DIOS, en traer al remanente de Su pueblo de regreso del exilio y permitir que vivan en la Tierra Prometida de nuevo.
La idea es que Israel nuevamente tenía una posición segura, una posición en el favor de YEHOVAH DIOS y en Su Templo.
En esos días, las casas no tenían alacenas ni armarios para la comida como pensaríamos.
Las cosas se acomodaban en clavijas clavadas alrededor de toda la habitación. Si algo estaba en su clavija, estaba segura, almacenada propiamente y lista para usar en el tiempo apropiado.
Esdras se regocijaba en tener vida y sabía que este era un emblema de la misericordia y favor de YEHOVAH DIOS, que no debería de ser despreciado por desobediencia al compromiso.
Estaba impresionado por todas las señales de la misericordia y favor de YEHOVAH DIOS hacia Su pueblo, señales que había visto solamente hace unos días por primera vez.
Esto causó que apreciara lo bueno que YEHOVAH DIOS había sido con Su pueblo y lo peligroso que era para ellos el pecar y comprometerse en respuesta a Su bondad.
Versos del 10 al 14
Esdras teme que el pueblo de YEHOVAH DIOS está probando Su misericordia.
No ofrece ninguna excusa y ni siquiera una explicación, su conducta era indefendible y una desobediencia directa a lo que YEHOVAH DIOS prescribió por medio de Sus siervos los profetas.
A pesar de lo severo que fue el exilio, Esdras reconocía que eran castigados de acuerdo a sus iniquidades, ya que el Pueblo de YEHOVAH DIOS merecía más.
Mientras él miraba su desobediencia presente, entendía que era una manera de desprecio a la gran misericordia que YEHOVAH DIOS les había demostrado en el pasado y los hizo merecedores de un juico final completo.
Verso 15
Esdras clama sobre la misericordia de YEHOVAH DIOS, apela sabiamente al Señor como YEHOVAH DIOS de Israel. Aunque habían sido infieles a Él, esperaba pactos de misericordia de parte del Altísimo porque ÉL era su YEHOVAH DIOS.
Esdras también apeló a YEHOVAH DIOS con Su justicia, especialmente dejando un remanente en cumplimiento de sus promesas anteriores (2 Crónicas 30, 6; Isaías 10, 20-22).
Esdras sabiamente no reclamó ni una excusa o razón por su pecado. Israel había pecado y seguía haciéndolo.
La apelación tenía que ser hecha por la misericordia a los culpables, no como favor a quien lo merece.
Esdras ni siquiera tenía corazón para suplicar, como Moisés lo había hecho, que el Nombre de YEHOVAH DIOS sufriría en este caso.
Su oración era confesión pura, sin excusas, sin la presión de ser una petición.