En este capítulo 35, vemos que las ciudades de refugio son dadas a los Levitas.
Números, capítulo 3, 13 los levitas fueron tomados de entre los israelitas, en lugar de los primogénitos.
Los levitas, pertenecían a YEHOVAH DIOS. No les fue dada una sección de la tierra de Israel, sino que les fueron dadas ciertas ciudades en donde podrían vivir.
Versos del 1 al 3
La tribu de Leví no tenía “estado” o “providencia” entre Israel. Su herencia sería YEHOVAH DIOS únicamente:
“Y YEHOVAH dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel”. (Números 18, 20)
Sin embargo, los Levitas tenían que vivir en algún lugar.
YEHOVAH DIOS ordenó que cada tribu diera ciudades a los Levitas, de modo que los Levitas serían esparcidos a través de toda la nación.
A los Levitas se les debía dar más que solo las ciudades, alrededor de cada ciudad, se les debía dar ejidos, tierra adecuada para el pastoreo de sus animales y para la agricultura a pequeña escala.
Versos del 4 al 5
Midiendo los ejidos alrededor de cada ciudad. Se corresponde con 4 mil metros a la redonda de cada ciudad para que contasen con terrenos de pasto para sus rebaños.
Versos del 6 al 8
En estos Versos se observa el número de ciudades Levitas y su distribución.
Había un total de cuarenta y ocho (48) ciudades Levitas, seis (6) ciudades de refugio y cuarenta y dos (42) ciudades adicionales.
Las ciudades debían ser distribuidas proporcionalmente a través de la nación, habría más ciudades Levitas, para que nadie en Israel estuviera lejos de una ciudad de refugio.
Esto refleja el deseo de YEHOVAH DIOS de distribuir igualmente a los Levitas, quienes serían los Israelitas mayormente enfocados espiritualmente.
Son los ministros de tiempo completo a través de todo Israel, para que su influencia pudiera ser distribuida a través de toda la nación.
Esto muestra la sabiduría de YEHOVAH DIOS en no hacer un estado Levita al que otros tendrían que ir.
YEHOVAH DIOS pretende que estos Ministros vayan fuera entre el pueblo, para influenciarlos para ÉL.
En la misma manera YEHOVAH DIOS no pretende que haya un país cristiano o estado donde todos los cristianos vivan juntos en dicha espiritual y simplemente digan al mundo “ven y únete a nosotros sí quieres”.
YEHOVAH DIOS quiere que los “cristianos” mediante su “Cultura del Reino”, sean esparcidos a través de todo el mundo, influenciando a la gente para Yeshúa Ha Mashiaj.
Versos del 9 al 12
En la cultura antigua de Israel, no era dejado enteramente al gobierno el vengar un asesinato.
Cada familia extendida tenía un vengador reconocido, quien se aseguraría que aquel que asesinara un miembro de la familia, fuera así mismo asesinado.
Esta práctica estaba basada sobre un correcto entendimiento de Génesis 9, 6 “El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de YEHOVAH DIOS es hecho el hombre”.
Esto, sí era propiamente entendido y aplicado, podía ser un efectivo disuasivo para asesinar y no una mala institución.
Sin embargo, el sistema tenía una debilidad fatal: ¿Qué pasaría si una muerte era accidental, sin embargo, difícil de comprobar que era accidental?
Un ejemplo: Dos hombres trabajando juntos, cortando árboles, cuando un hombre agita un hacha y el filo del hacha se desprende, golpeando al otro hombre en la cabeza e instantáneamente matándolo.
El hombre sobreviviente tiene una buena razón, para creer que el vengador de sangre de la familia del hombre muerto, lo seguirá y matará, creyendo que la muerte fue un asesinato.
Por lo tanto, un hombre así podía huir a una ciudad de refugio, una ciudad Levita designada.
Allí, él podía quedarse a salvo del vengador de sangre, hasta que el problema fuera liquidado y él pudiera dejar la ciudad de refugio sin peligro.
Versos del 13 al 14
Debía haber seis (6) ciudades de refugio, con tres en cada lado del Rio Jordán. Cada una de las tres ciudades en cada lado sería posicionada como norte, centro y sur.
Josué 20, 7-8 registra la actual selección de las ciudades. Ellos completaron el plan de ser igualmente distribuidos perfectamente.
Deuteronomio 19, 3 también nos dice que caminos adecuados debían ser construidos y mantenidos para estas ciudades de refugio.
Una ciudad de refugio no era buena para el asesino, si ellos no podían llegar ahí rápidamente.
Esto significaba que las ciudades estaban cerca de todos, nadie estaba muy lejos de una ciudad de refugio. Esto era importante cuando el vengador de sangre te perseguía.
Verso 15
Cualquiera, un extraño o un ciudadano de Israel, que necesitare encontrar protección en las ciudades de refugio podía. Su protección no era limitada a los hijos de Israel.
Versos del 16 al 21
Significativamente, la Biblia hace la clara distinción entre matar y asesinar.
Todo asesinato es matar, pero matar no es siempre asesinar.
Ser requiere en la sociedad leyes para establecer los principios que deciden una muerte, de ser ya sea una infortunada muerte o un verdadero homicidio.
El homicidio puede ser juzgado dependiendo del arma utilizada, si era un instrumento de hierro (probable para matar) o si era una piedra o un instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, entonces el asesino podría ser encontrado como culpable de homicidio.
El homicidio también puede ser juzgado por discernir el estado de corazón y presencia de premeditación en el asesino.
Sí el asesinato sucede por asechanzas o sí el asesino llega en enemistad, puede ser juzgado homicidio.
Versos del 22 al 24
Si había la ausencia de intento homicida, premeditación o sí la muerte era claramente accidental. Entonces el hombre no era culpable de asesinato y no podía ser entregado al vengador de sangre.
Ambos lados de la historia debían ser tomados en cuenta. El juicio no debía ser hecho sobre la base meramente de un solo lado de la historia.
Versos del 25 al 28
Habiendo sido juzgado inocente de asesinato, el homicida puede vivir en paz y seguro, pero solo entre las paredes de la ciudad de refugio.
Significativamente, alguien que mató a alguien más, pero era inocente de homicidio, aún tenía su vida profundamente afectada.
Ellos tenían que mudarse de su ciudad, probablemente su familia también y tenían que vivir el resto de sus vidas en esa ciudad de refugio. La tragedia también afectaba su vida.
La única cosa que podía liberar al hombre de la ciudad de refugio, era la muerte del Sumo Sacerdote.
A la muerte del Sumo Sacerdote, el vengador de sangre ya no tenía ningún derecho, sobre el hombre en la ciudad de refugio.
Hasta el tiempo de la muerte del Sumo Sacerdote, sí quién buscó protección en la ciudad de refugio está fuera de los límites de la ciudad, era juego justo para el vengador de sangre, solo al entrar en el lugar de refugio estaba a salvo.
La Biblia aplica esta imagen de la ciudad de refugio al creyente encontrando refugio en YEHOVAH DIOS en más que una sola ocasión.
Salmos 46, 1 dice “YEHOVAH DIOS es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”.
A su vez, otros quince (15) Salmos hablan de YEHOVAH DIOS siendo nuestro refugio.
Hebreos 6, 18 también nos manifiesta que “Tenemos, promesa y juramento, dos cosas irrevocables en las que YEHOVAH DIOS no puede mentir y que nos dan plena seguridad cuando dejamos todo para aferrarnos a nuestra esperanza”.
Ambos Yeshúa y las ciudades de refugio son de fácil acceso de la persona necesitada, eran de ninguna utilidad a menos que alguien pudiera llegar al lugar de refugio.
Yeshúa y las ciudades de refugio están abiertos a todos, no solo a los Israelitas, nadie necesita temer que van a ser rechazados de su lugar de refugio en su tiempo de necesidad.
Yeshúa y las ciudades de refugio se volvieron un lugar donde el que estaba en necesidad viviría, no vienes a una ciudad de refugio en tiempo de necesidad solo para ver alrededor.
Yeshúa y las ciudades de refugio son la única alternativa para el que está en necesidad, sin esta protección en específico, serán destruidos.
Yeshúa y las ciudades de refugio proveen protección sólo dentro de sus límites, ir fuera significa muerte.
Con Yeshúa y las ciudades refugio la libertad total viene con la muerte del Sumo Sacerdote.
Una distinción crucial de las ciudades de refugio con Yeshúa, es que las ciudades refugio solo ayudaba al inocente, el culpable puede venir a Yeshúa y encontrar refugio.
Versos del 29 al 30
Un testigo nunca era suficiente para condenar a un asesino a muerte.
Además, el testigo tenía que estar tan seguro que uno de ellos debía estar dispuesto a iniciar la actual ejecución, para “tirar la primera piedra” (Deuteronomio 17, 6-7).
Pone las palabras de Yeshúa referentes a la mujer sorprendida en adulterio en Juan 8 en perspectiva: “El que de ustedes esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (Juan 8, 7).
Yeshúa le pidió al testigo oficial de avanzar e ir y registrar al haber testificado este acto de adulterio.
Sin embargo, se mostró a él mismo lo suficientemente hipócrita para traer a la mujer, pero no al hombre a juicio.
Nosotros podemos consolarnos que nunca juzgaremos a alguien culpable de homicidio tan rápidamente, sin la evidencia apropiada.
Pero qué tan seguido, asesinamos la reputación de alguien en nuestras propias mentes o en las mentes de otros sin testigos, solo uno.
YEHOVAH DIOS se preocupa por el asesinato de reputación, así como el asesinato físico.
Por ello, ordena “Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos (1 Timoteo 5, 19) es ¡el mismo estándar como para probar asesinato!.
1 Timoteo 5, 19 no dice “excepto de dos o tres rumores”, sino con dos o tres testigos.
Si un asunto es falso, no se vuelve verdadero porque muchas personas lo escuchen o muchas personas lo repitan.
Versos del 31 al 32
Sí alguien era culpable de asesinato, ellos no podían hacer una restitución monetaria en el lugar de su vida.
El principio de Génesis 9,6 sostiene “El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”.
Esto refleja un principio importante, ese dinero no puede reemplazar la justicia.
Algunas veces una recompensa monetaria satisface la justicia, como en Éxodo 22, 4, por ejemplo.
Pero otras veces no lo hace y no debe ser usado como un reemplazo para la justicia.
Versos del 33 al 34
Los asesinos no juzgados amancillan una nación. Cuando los asesinos no son traídos a la justicia, hay una mancha en la nación que solo el severo juicio de YEHOVAH DIOS puede limpiar.
La manera para evitar esta deshonra es el juicio y ejecutar a los asesinos.
Así la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó (Vs 33).