Versos del 1 al 4
Algunos 38 años antes, al principio del libro de Números, mientras Israel aún acampaba en el Monte Sinaí, YEHOVAH DIOS les mandó que hicieran un censo.
El primer censo era principalmente para organización militar. Sí ellos iban a entrar y tomar posesión de la Tierra Prometida, ellos debían saber cuántas tropas tenían y como debían ser mejor organizados.
El propósito del segundo censo también había sido claro. Ellos debían contar aquellos capaces de pelear a favor de Israel.
Esta cuenta, 38 años más tarde, era nuevamente para organización militar.
38 años antes Israel era lo suficientemente organizada, ellos simplemente no tenían suficiente Fe para tomar la Tierra Prometida.
La organización es buena y la obra de YEHOVAH DIOS puede sufrir por falta de ella, pero la mejor organización nunca puede reemplazar la fuerte Obediencia a YEHOVAH DIOS.
Versos del 5 al 11
Los hijos de Rubén: En el primer censo, Rubén contó 46.500 hombres listos para la guerra, 38 años más tarde contaron 43.730. Es decir, una pérdida de 2.770 hombres (6%).
Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés “Notable en la tribu de Rubén eran Datán y Abiram, quienes fueron colíderes con Coré en la rebelión en contra del Señor y Moisés”, descrita en Números 16.
Quizás una razón por la que Datán y Abiram resintieron el liderazgo de Moisés fue porque ellos eran de la tribu del primogénito de Israel (Rubén); sin embargo, Moisés descendiendo de Leví (un hijo menor) era el líder de la nación.
El juicio de Datán, Abiram, Coré y sus otros seguidores en Números 16 seguramente era una señal, tanto para la generación en el desierto y la posteridad.
Versos del 12 al 14
Los hijos de Simeón: En el primer censo, la tribu de Simeón contó 59.300 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 22.200. Esta era una pérdida escandalosa de 37.100 hombres para su alguna vez grandiosa tribu (una pérdida de 63%).
Versos del 15 al 18
Los hijos de Gad: En el primer censo, la tribu de Gad contó 45.650 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 40.500. Esta fue una pérdida de 5.150 hombres guerreros (11%).
Versos del 19 al 22
Los hijos de Judá: En el primer censo, la tribu de Judá conto 74.600 hombres listo para la guerra; 38 años después, ellos contaron 76.500. Esta era una ganancia de 1.900 (3%).
Versos del 23 al 25
Los hijos de Isacar: En el primer censo, la tribu de Isacar conto 54.400 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 64.300. Esta era una ganancia de 9.900 (18%).
Versos del 26 al 27
Los hijos de Zabulón: En el primer censo, la tribu de Zabulón contó 57.400 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 60.500. Esta era una ganancia de 3.100 (5%).
Versos del 28 al 34
Los hijos de Manasés: En el primer censo, la tribu de Manasés contó 32.200 listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 52.700. Esta era una ganancia notable de 20.500 (64%).
Versos del 35 al 37
Los hijos de Efraín: En el primer censo, la tribu de Efraín conto 40.500 listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 32.500. Esta fue una pérdida de 8.000 hombres (20%).
Versos del 38 al 41
Los hijos de Benjamín: En el primer censo, la tribu de Benjamín conto 35,400 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 45.600. Esta fue una ganancia de 10.200 hombres (29%).
Versos del 42 al 43
Estos son los hijos de Dan: En el primer censo, la tribu de Dan conto 62.700 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 64.400. Esta fue una ganancia de 1.700 hombres (3%).
Versos del 44 al 47
Los hijos de Aser: En el primer censo, la tribu de Aser conto 41.500 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 53.400 hombres. Esta fue una ganancia de 11.900 (29%).
Versos del 48 al 50
Los hijos de Neftalí: En el primer censo, la tribu de Neftalí conto 53.400 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 46.500 hombres. Esta fue una pérdida de 8.000 (15%).
Verso 51
Estos son los contados: En el primer censo, Israel conto 603.550 hombres listos para la guerra; 38 años después, ellos contaron 601.730 hombres, una pérdida de 1.820 hombres (0.3%).
Entonces, el número total de hombres listos para la guerra durante el desierto permaneció virtualmente igual a lo largo del periodo de 38 años, cuando la generación de incrédulos murió en el desierto.
El estancamiento de población es reflexivo, al estado espiritual de Israel durante estos 38 años.
Debemos haber esperado que ellos crecieran, como es normal en el curso de generaciones.
En cambio, ellos simplemente se quedaron dónde estaban. Los 38 años en el desierto fueron años de no crecimiento, no avance, sólo yendo en círculos.
Hasta que la generación de incrédulos hubiese muerto y una generación de Fe surgido, una generación lo suficientemente audaz para tomar la Tierra Prometida.
Durante este periodo, ciertas tribus sufrieron significantes ganancias y otras significantes pérdidas.
De estas doce (12) tribus de Israel, cinco (5) sufrieron pérdida y siete (7) ganaron hombres.
La mitad de las tribus tuvieron ganancias o pérdidas de 15% o menos, pero Simeón perdió 63% de su población y Manasés ganó 64%.
YEHOVAH DIOS estaba bendiciendo o maldiciendo tribus particulares, sin duda, relacionadas a su permanencia con Él.
Versos del 52 al 56
El principio general de la herencia consiste, en otorgar porciones mayores de territorio a las tribus más grandes.
Versos del 57 al 65
Los Levitas no fueron numerados tanto en el primer o segundo censo, porque el hombre de su tribu no iba a ir a la guerra.
Tampoco, ellos no iban a recibir herencia de tierra como las otras tribus, su herencia era mayor que propiedad, es YEHOVAH DIOS mismo (Números 18, 20).
Ninguno de aquellos contados en el primer censo fue contado en el segundo.
Esa fue la vieja generación, la generación de incredulidad, quien pereció en el desierto.
Ellos obviamente no tenían herencia en la Tierra Prometida, excepto por Caleb y Josué.