Versos del 1 al 2
YEHOVAH DIOS les está diciendo a los levitas, que ellos son “responsables” de lo que ha ocurrido. Debemos recordar que Coré era Levita.
La “rebelión”, se originó en la tribu de Leví. El Padre YEHOVAH DIOS, les dice que ellos son los responsables.
Y esto es lo que YEHOVAH DIOS le está diciendo a Aarón.
Aarón no puede mirar todo lo que está sucediendo entre los Levitas y adoptar una actitud de ser más Santo que los demás.
Aarón no puede elevarse a sí mismo, para tratar de hacer notar que él es el elegido de YEHOVAH DIOS, a quien ÉL ha escogido para servir como sumo Sacerdote.
¡El hombre de YEHOVAH DIOS debe vivir y actuar con humildad!. ¡El hombre de YEHOVAH DIOS, tiene que asumir su responsabilidad!
Versos 3 al 18
En estos versos YEHOVAH DIOS les explica a los Levitas con todo detalle, que ellos están a “cargo” del Tabernáculo, de todos sus muebles, del Santuario y del Altar.
YEHOVAH DIOS describe con gran detalle también, la porción de las ofrendas que pertenecen al Sacerdocio.
Los Sacerdotes debían “mantenerse” con su porción de las ofrendas y con todos los alimentos de la ofrenda mecida, porque eran dadas al Sacerdote.
Se ve la diferencia, porque la ofrenda mecida no era ofrecida como holocausto, sino que ésta era entregada a los Sacerdotes.
Verso 19
Así era como se sellaba un “Pacto” en aquel entonces.
La sal se consideraba como ingrediente necesario del alimento diario, en la preservación de la carne y se utilizaba en los sacrificios presentados a YEHOVAH DIOS.
Por lo tanto, se formó una relación muy íntima entre la sal y el hacer un “Pacto”.
Un Pacto de sal se convirtió en un “Pacto” de obligación permanente.
Los árabes hoy en día, todavía entienden que al participar de la hospitalidad y haber comido algo con sal, asegura una amistad.
“Hay sal entre nosotros”, es una expresión que significa que ahora, hay amistad entre nosotros.
Verso 20
Aarón no tendría porción alguna de la Tierra Prometida. No tendría granjas, ni viñedos que atender, ni olivares que proteger.
YEHOVAH DIOS mismo sería su herencia.
Trasladando esa situación de los antiguos Sacerdotes a los días actuales, quiere decir que los que “obedecen” la Palabra de YEHOVAH DIOS, deben hacerse “cargo” del mantenimiento económico de sus Sacerdotes, Pastores o Padres espirituales.
Porque son ellos, quienes les proporcionan “alimento” para su crecimiento espiritual, consuelo y apoyo en el espíritu.
Las personas que han recibido un “llamado” de YEHOVAH DIOS para dedicar todo su tiempo a estas tareas, no debieran verse obligadas a dedicar parte de su tiempo a trabajos seculares, ni a preocupaciones administrativas para mantenerse a sí mismas y a sus familias.
Las demandas actuales de los responsables del Ministerio Pastoral, ocasionan un gran desgaste emocional y espiritual, a causa de las necesidades que atraviesan los individuos y sus familias, por lo tanto, requieren una dedicación absoluta.
Si las necesidades básicas de los responsables del Ministerio Pastoral, no son cubiertas por la comunidad de creyentes, la labor de esos responsables espirituales se resiente notablemente.
A su vez, el que decide “depender” de YEHOVAH DIOS, para su sostén diario y también a la luz de la Palabra de Vida, debe vivir constantemente una experiencia de “Fe”, que le lleva a depender de su Creador.
Convencido que YEHOVAH DIOS es Su “Proveedor” y Provee lo necesario en el momento oportuno, lo cual es una vivencia enriquecedora, en el crecimiento espiritual.
Salmo 16, 5 “El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú aseguras mi suerte”.
Es maravilloso, tener a YEHOVAH DIOS como herencia y tenerlo como aquel que “provee” para satisfacer todas nuestras necesidades, sabiendo que podemos acudir a ÉL en cualquier momento.
Versos del 21 al 23
Tenemos aquí la posición de los Levitas. Debían servir en el Tabernáculo de la congregación.
Como compensación, tenían que ser mantenidos económicamente por el “diezmo”, que era la décima parte de los productos del campo o dinero que los israelitas les entregaban.
Y esto significaba, que los levitas también debían vivir por fe.
Versos del 24 al 32
YEHOVAH DIOS continúa hablándoles hasta el final del capítulo, sobre las ofrendas que ellos debían dar.
Les dijo a los levitas que debían dar la décima parte de lo que recibían.
Este pasaje, considerado conjuntamente con otros del Nuevo Testamento dirigidos a todos los “creyentes”, establece el principio que los Sacerdotes, Pastores y Padres espirituales, deben también contribuir para cubrir las “necesidades” de sus coberturas.
El sistema Levítico de los diezmos ha sido establecido por YEHOVAH DIOS para que no falte el “alimento espiritual” con la difusión de la Palabra de Vida y su mensaje.