Versos 1 al 23
Antes de cruzar el río Jordán para entrar a la Tierra Prometida, Jacob se dispuso a contactar a su hermano Esaú.
Para aquel momento, Esaú no estaba habitando en la Tierra Prometida, ya no vivía cerca de sus padres en Hebrón, se había trasladado a Seir. En la Biblia no dice que él fuese expulsado de la tierra, sino que se fue por su propia voluntad.
Seir, era el territorio al sur del Mar Muerto lo que es hoy el sur del país de Jordania. Es una tierra desértica y despoblada.
Esaú tomó ese territorio convirtiéndose en el rey de Seir y le cambió el nombre por su apodo “Edom” que significa “rojo”.
Jacob pudo pasar desapercibido, pero no lo hizo. Aunque Esaú estaba lejos, Jacob resolvió enviarle un mensajero contándole de su regreso, quería arreglar las cosas con su hermano de una vez por todas, aunque a su manera.
Era una estrategia bastante astuta la que estaba empleando. Mediante sobornos intentaba ganarse el favor de Esaú, es decir, humanamente, por medio de su propia astucia, en su carne.
Sin embargo, esas cosas no eran suficientes para aplacar la ira de Esaú. El problema es el corazón carnal de Jacob lleno de estrategias de seducción.
Jacob, no estaba listo para reconciliarse con Esaú. No se había rendido totalmente ante YEHOVAH DIOS, tenía demasiada confianza en sí mismo.
Versos 24 al 33
¿Cuál fue la misión de este ángel?
Quebrantar la autosuficiencia de Jacob y hacer que se sometiera por entero a YEHOVAH DIOS, que dejara de confiar en su ego y habilidades naturales. Pero, cuando Jacob opuso mayor resistencia le dio el golpe final.
El área con mayor fuerza del cuerpo del hombre es el muslo, está compuesto por diez (10) músculos y en un humano promedio puede mover doscientos (200) kilos, además, junto al conjunto de los glúteos da sustento de transferencia de peso al cuerpo, ese golpe era suficiente para quebrantar la autosuficiencia de Jacob.
YEHOVAH DIOS, no estaba conforme con los caminos independientes de Jacob, por ello, fue necesario quebrantarlo para que reconociese que necesitaba ayuda.
El termino hebreo que ha sido traducida como “prevaleció” es “va-yujal” que viene de la raíz “yajol”, significa “poder (verbo)”, “vencer”, “prevalecer”, “sufrir”.
Así, que podría interpretarse como “Luchó con el ángel y venció”. La victoria fue cuando se quebrantó y reconoció su necesidad de ayuda.
Finalmente, hubo un encuentro muy importante en Betel, donde Jacob pudo cumplir sus tres promesas que había dado cuando huía de su hermano.
¿Cómo te llamas? ¿Estás dispuesto a reconocer quién eres, dispuesto a enfrentar la verdad de quien verdaderamente eres? ¿Cómo te llamas?.
Y él responde: “Me llamo engañador”. YEHOVAH DIOS quería llegar a ese punto en su vida, al punto de confesar con humildad “quien era en sí mismo”, “Soy un engañador”.
¿Por qué fue llamado engañador?
Porque tomó a su hermano por el talón, porque sustrajo a su hermano la primogenitura con la venta de un plato de lentejas, porque engañó a su padre y robó la Bendición de su hermano y esa era la razón por la cual Esaú venia contra él, porque era un “engañador”.
Y en ese preciso punto de quiebre está la Victoria, cuando nos rendimos ante YEHOVAH DIOS. En el reconocimiento de nuestros pecados está la Victoria. En el quebranto está la Victoria.
Amados como si lo estuviésemos viendo transformado por el encuentro con el ángel, pero ahora, delante de su hermano Esaú llorando inclinado delante de él.
“Soy Jacob”, “Tengo que reconocer quien soy, un farsante, toda mi vida muestra que he sido un engañador y he sido engañado. Lo que sembré con mi hermano y mi padre lo he recogido con mi suegro. Mi vida ha sido un engaño y ya no me quedan fuerzas para salir huyendo”.
Ese es el lugar de la “Verdadera Conversión y Arrepentimiento” de este hombre. Yeshúa dijo: “el que pierde su vida la hallará”, Mateo 16, 25-26.
ISRAEL en hebreo es “Israel-ישראל”. El significado de esta palabra es “Dios Prevalecerá”, derivado de dos palabras “Yisra” significa, perseverará (futuro del verbo Sará שׂרה, tener poder, perseverar, persistir, contender) + ÉL (Dios).
Decimos que es príncipe de Dios, pero en realidad el nombre de Dios (ÉL) debe ir primero. ISRAEL SIGNIFICA “DIOS GOBIERNA”.
Lo importante aquí es que hace prevalecer a los humildes, Jacob no tenía oportunidad con Raquel amamantando a Benjamín, Lía y sus concubinas, el mayor de sus hijos, Rubén contaba con trece (13) años.
Su ejército eran rebaños de animales rumiantes y unos sirvientes, para enfrentar a Esaú con cuatrocientos (400) hombres, no tenía escapatoria, pero YEHOVAH DIOS lo quebrantó y así Jacob encontró gracia delante de su hermano.