Versos 1 al 10
Este capítulo comienza narrando, la ancianidad del Patriarca y su resolución de buscar una mujer para su hijo Isaac. Para su comprensión aplicaremos la técnica de interpretación, conocida como remez (alegórico).
Recuerden que hemos dicho, que la Cosmovisión Bíblica de la Salvación, se entiende alegóricamente a partir de un matrimonio entre YEHOVAH DIOS y su pueblo escogido.
En este sentido, presentamos la superposición de personajes como sigue solo para efecto interpretativo.
Abraham representa el Padre YEHOVAH DIOS. El Doulos o esclavo por Amor.
Eliezer, cuyo nombre significa “Mi Dios es ayuda” representa el Espíritu Santo ó El Ruaj Hakodesh.
Isaac representa a Yeshúa Ha Mashiaj, Jesucristo o el Hijo de YEHOVAH DIOS.
Los demás siervos representan a los ángeles.
Por su parte, Rebeca representa a la novia del Mesías.
Abraham, le pidió que pusiera su mano en su miembro viril a Eliezer, porque cuando una persona hacía un juramento debía empuñar en su mano un objeto con el que se cumpla una Ley establecida previamente y que esté en vigencia.
Es igual que cuando se toma juramento sobre la Biblia o la Constitución de un País, por lo que fallar el juramento sería causa de repudio o de muerte.
En este caso, la Circuncisión había sido el primer mandato que Abraham había cumplido por medio de sufrimiento físico, por eso la escogió para hacer el Juramento basado en la señal íntima de Santidad y Lealtad.
Tomemos en cuenta que Abraham no estaba poniendo su Confianza en el siervo, sino en YEHOVAH DIOS del universo, quien le había prometido descendencia, y lo cumplió a pesar de las todas las adversidades.
No pierdan detalle los diez (10) camellos, es una representación mínima aceptable de toda la herencia.
Versos 11 al 25
El texto de este capítulo da pie a creer que fue un viaje de unas tres (3) horas, cuando en realidad este viaje de 750 a 800 km, tardó diecisiete (17) días, aproximadamente.
El Doulos Eliezer, estaba dispuesto a hacer todo lo posible para cumplir con su misión, fíjense que no puso la confianza en su intuición ni en sus propias fuerzas, sino que pidió la ayuda de YEHOVAH DIOS.
Él no conocía a las mujeres de Harán, ni mucho menos sabía qué había en sus corazones, pero el Altísimo sí lo sabe y por eso pidió una señal para Obedecer, no como los fariseos que pedían una señal donde Yeshúa quedará bajo su Autoridad.
La señal que el siervo pidió no fue al azar, estaba buscando a una joven que pudiera adaptarse a la familia de Abraham y las virtudes que caracterizaban a Abraham eran, el trabajo, la generosidad y la hospitalidad.
Nótese bien, no importaba nada cómo se vería la mujer. Él buscaba una mujer de carácter, una mujer que YEHOVAH DIOS había ESCOGIDO.
Hoy las pretensiones para construir matrimonios se basan en la apariencia física, desestimando el carácter y el acople a los propósitos de la casa paterna, por eso, muchas uniones se diluyen, porque para comenzar no están sujetos al Altísimo.
El nombre Rebeca significa “atada”, “sujeta”, se requirió de gran persistencia en el esfuerzo para darle agua a diez (10) camellos que venían de un viaje extenuante, pero a Rebeca no le importó, porque ella era trabajadora, generosa y hospitalaria.
Consideremos lo siguiente, un camello puede beber hasta veinte (20) galones (75,5 litros) de agua, ahora bien, dar de beber a diez (10) significaba por lo menos una hora de trabajo tenaz.
Por si fuera poco, un camello puede almacenar unos 200 litros (54 galones) de agua, los tobos que se usaban en esa época contenían unos 10 litros (2,5 galones).
En el caso de que los diez (10) camellos estuviesen vacíos su ingesta requerida era de unos dos mil (2000) litros (540 galones) de agua, esto significa que Rebeca tuvo que correr unas doscientas (200) veces entre el pozo y el abrevadero.
Incluso, que los camellos tuviesen en la mitad o a tres cuartos de su capacidad, lo que hizo Rebeca consistía en un esfuerzo gigantesco.
Esta actitud de amor incondicional a un extranjero, le capacitó para ser la esposa de Isaac porque ya poseía una cualidad que le reflejaba (una de las funciones de la esposa es ser reflectora de lo que su marido es).
El oro fue puesto en el Cuerpo de la novia y la plata fue puesta en el Tabernáculo, principalmente como base del Santuario, también para ganchos y demás, para las columnas del atrio.
En la Palabra de Vida, la esposa es tipología iconográfica de una Casa y viceversa, porque Casa y esposa, son palabras sinónimas.
En el Apocalipsis, la novia es representada por la Nueva Jerusalén, que es la Casa, donde van a entrar a vivir la Novia con Yeshúa Ha Mashiaj, después del Reino Mesiánico de mil (1000) años.
Versos 26 al 49
Los ojos de Labán estaban centrados en las riquezas que portaba el sirviente de Abraham, sin embargo, también le ofrece la hospitalidad apropiada.
Con todas estas señales confirmadas, Eliezer supo que Rebeca era efectivamente la futura esposa de Isaac y estando seguro, no tardó en expresar el propósito de su visita.
Es curioso que la Biblia detalla nuevamente lo que pasó en el pozo, no sólo leemos los eventos, sino también cuando el siervo narra lo que pasó.
Por lo general, cuando se repiten las historias, se trata de una señal de un mensaje profético.
La historia de la elección de novia para Isaac es una sombra de la elección de la Novia del Cordero. YEHOVAH DIOS ha enviado al Espíritu Santo a buscar en la Tierra a todos aquellos que quieran ser parte de la Novia. Los que aceptan deben estar dispuestos a dejarlo todo por ÉL.
Versos 50 al 61
Labán era malvado y por eso, contestó antes de su padre, pero vemos que todas las puertas se le abrieron a Eliezer, siervo de Abraham.
Cuando un Pacto de Matrimonio se hace, era la costumbre para el novio (en el mejor de los casos, su representante) dar regalos a la familia como dote para constatar con ello, su capacidad económica de proveer para la novia.
Esto también es un paralelo con los dones que el Espíritu, otorga a los creyentes para que todos conozcan acerca de las riquezas de Yeshúa Ha Mashiaj.
La prueba final consiste en que Rebeca aceptara irse inmediatamente, debía dar la última respuesta sin tardanza, con la disposición decidida de dejar su tierra y parentela, así como lo había hecho Abraham.
Es necesario destacar, que en la tradición hebrea del Matrimonio, una mujer no es forzada a casarse. A ella se le da la última palabra y dice si acepta o no, recordemos que el Amor es Entrega Voluntaria en total Sumisión, muriendo a los propósitos antiguos para entrar de cero a asumir los propósitos de la Cabeza.
Aunque parezca una historia romántica de los culebrones venezolanos, dista mucho de serlo, pero a diferencia del paganismo mundano donde los mismos jóvenes se meten el ojo, este matrimonio fue un acuerdo entre Abraham y Betuel hijo de su hermano Najor, su sobrino.
Una de las cosas más impresionantes de Rebeca es su total disponibilidad para estar con un novio que nunca ha visto. Sus palabras “sí, iré” son palabras fuertes de Fe.
Versos 61 al 66
Por su parte, Isaac había ido al campo y al pozo a meditar. La palabra que se usa no es “orar”, sino “meditar” del hebreo “Suaj” es meditar, contemplar, tener Comunión.
La manera en que Isaac y Rebeca vinieron el uno al otro también nos instruye. Ninguno de los dos estaba en un “noviazgo” u otra cosa semejante.
Ellos estaban sirviendo a YEHOVAH DIOS y buscándolo (Isaac estaba meditando en el campo), y YEHOVAH DIOS los juntó. Ellos obviamente estaban más preocupados con la voluntad de YEHOVAH DIOS que con los pensamientos modernos de romance.
El hecho de cubrirse expresa respeto y sometimiento, era signo de castidad, modestia y sumisión. Así es como Rebeca quiso conocer a su esposo, por eso las mujeres casadas debían cubrir parte de su cabeza, como señal de estar bajo la autoridad de sus esposos.
El relato hebreo omite la palabra “de”, lo que realmente dice es que “la trajo a la tienda, era su madre Sara” Así que para Isaac Rebeca fue el sustituto de su madre y por medio de ella pudo ser consolado.
También indica que Rebeca llegó a tener el mismo nivel de espiritualidad que su suegra había tenido.