Mosqueteros de Yehovah

Yehovah Distingue a la Ekklesía en medio de los Falsos Creyentes

LECTURAS

DEL SHABBAT

EVANGELIO

Marcos 12, 38-44

1RA LECTURA

1 Reyes 17, 10-16

2DA LECTURA

Hebreos 9, 24-28

SALMO

146, 7-10

Reflexión de la Palabra Semanal

La principal característica del amor es la calidad de la ofrenda medible desde la perspectiva de si representa lo máximo que podemos dar o el mínimo legal (diezmo) o las sobras que no representan desprendimiento de la propia vida.

Si no hay nada que estoy sacrificando, simplemente no estoy amando. Si hacemos cuenta, desde el principio Yehováh nos ha dado lo mejor de Sí, comenzando con Su Propio Aliento por el cual tenemos vida como espíritus parlantes.

Nos dio el huerto de Edén para vivir bajo condiciones totalmente favorables, sin embargo, el hombre se rebeló transgrediendo la orden que el Todopoderoso le había dado y por la envidia del diablo entró la muerte al mundo.

Pero nuestro Dios Fiel y Verdadero tenía preparada una ofrenda tan poderosa que lo contenía a ÉL mismo y sin dudarlo para restablecer la Comunión con el hombre ofrendó a Su Propio Hijo para que tomando nuestro lugar de maldición nos diera toda su bendición.

La cruz del calvario es la mayor expresión de Amor en que la ofrenda y su calidad no representa una parte, sino todo lo que Yehováh Es, solo la Misericordia del Padre Creador pudo ofrecer tan extravagante ofrenda por el rescate nuestro.

En este orden de ideas, le correspondemos al presentar ante Yehováh la ofrenda de nuestras propias vidas en espíritu, alma y cuerpo, como sacrificios vivos en adoración, obediencia y servicio, lo cual es nuestro culto racional que nos permite conocer Su Buena, Agradable y Perfecta Voluntad para nosotros.

Esto es precisamente, el culto racional diario con el cual debe estar familiarizado todo creyente, para no caer en el engaño de ser solo oidores.

Es nuestra obligación, pasar a la acción de colocarnos en la posición de Doulos por amor, clamando que Su Voluntad nos dirija en todo tiempo hacia la experimentación de la Verdad completa de Su Palabra de Vida.

El Pacto cumbre que se da entre la humanidad es el Pacto matrimonial, donde cada contrayente del pacto se presenta a sí mismo en el altar como la ofrenda que se entrega de por vida al otro ser, anulándose a partir de allí a sí mismo, para procurar agradar el corazón de cónyuge, es decir, muere a sus propios deseos ante Yehovah para servir a las demandas de su par.

Lo hermoso de esto es que estamos presenciando el acto sublime de dos muertes reciprocas el uno por el otro, de igual forma Yeshúa en la cruz dijo antes de expirar consumado es.

Quien verdaderamente ama hace de su vida un derroche de generosidad al anteponer las necesidades y requerimientos del ser amado vaciándose por completo de sí mismo para que el otro viva.

El impacto de esto es que los hijos se convierten tanto en fruto, como en beneficiarios herederos, de los muertos vivientes de sus padres, cuya vocación es capacitarlos para la vida y luego se reinicia el ciclo.

En el amor nadie vive para sí mismo, por el contrario, es una ofrenda viva de agradable olor al Padre Eterno Yehováh de los ejércitos.

Hoy en la Primera Lectura se nos muestra el poder que tiene entregar lo máximo que podamos en cada ofrenda, se le presenta el profeta Elías a una viuda en Sarepta de Sidón y la pone a prueba pidiendo agua a lo que ella responde con generosidad.

Esta acción hace que el profeta lleve la prueba a un nivel superior solicitando que le cocine un pan para comer.

La viuda responde con sinceridad, lo que tengo es solo una ración para comer con mi hijo y luego esperar la muerte, esa era la condición crítica de la viuda que generosamente fue presta en buscar agua para el profeta.

Ahora, el profeta se vuelve su amigo y le revela el propósito de Yehováh al decirle: hazme el pan porque provisión sobrenatural de alimentos Traerá Yehováh a tu vida por causa de ofrendar lo que te quedaba para vivir”.

Lo impresionante es que el profeta estaba en territorio extranjero y la viuda comprendía sobre el valor de la ofrenda que se hace a Yehováh de los ejércitos, no vaciló y ella y su hijo a partir de entonces, fueron provisto por el Todopoderoso durante los tres (3) años y medio que no cayó la lluvia sobre la tierra.

En el salmo de hoy se nos ordena Alabar al señor con todo nuestro ser, delante de Yehováh es más bienaventurado el que no posee recursos materiales para ofrecer, porque solo le queda la integridad de su propia persona, que en fin es lo que realmente desea nuestro amoroso Padre, que tengamos un amor reciproco para ÉL, dando nuestra propia vida para si, como el no vaciló en darnos a su propio hijo.

Sabemos que Yehováh habita en medio de las alabanzas de su pueblo, por tanto, quien se hace ofrenda viviente para Yehovah, viene con provisión de justicia, provisión de pan y provisión de libertad, porque muriendo voluntariamente como ofrenda sacrificial es que obtenemos la vida abundante de Yehováh en nosotros.

En el Evangelio, Yeshúa nos presenta el contraste entre un escriba rico orgulloso (experto conocedor de la Ley de Yehováh) y una humilde pobre viuda de Judá.

El escriba es asombrosamente extravagante en todo lo que hace para recibir la admiración y el beneplácito de los hombres, aunque sus oraciones y ofrendas sean altisonantes en las plazas y el templo, no es más que un devorador diabólico que da puras sobras a Yehováh.

Además, se aprovecha de su posición ventajosa para someter a una esclavitud vil a los humildes del pueblo, abusando de ellos para autoabastecerse de placer carnal.

Este supuesto conocedor de la Palabra la usa para oprimir al prójimo y así sacar beneficio particular dando solo sobras al Dios Altísimo.

Por el contrario, la viuda pobre no deja pasar la ocasión de presentar la ofrenda de todo lo que tiene en su bolsillo para Yehováh, ya que reconoce que su hacedor no se olvida de ella y está Atento a reparar provisión para ella y los de su casa.

No importa que las monedas además de ser escasas, sean de la más baja denominación, es su vida entera la que ofrece a Yehováh, porque el Dios de la Gracia queda extasiado por la capacidad de amar de esta viuda, que lo entrega todo.

En la Segunda Lectura, Yeshúa Ha Mashíaj es la Ofrenda Única sacrificial, por el pecado con vigencia Eterna Quien se presentó ante Yehováh presentando la Sangre de Su Propio Sacrificio.

Llevó ante Yehováh lo máximo que puede ofrendar. su propia vida en cuerpo, sangre, alma y divinidad, por lo cual, lo que esperan la redención por causa de su sacrificio, perseveran en santidad aguardando Su Venida definitiva para instaurar Su Reino de reyes y sacerdotes santos a partir de toda Ekklesia, que como novia aguarda la Parusía del amado Yeshúa nuestro Kohen Gadol (Sumo Sacerdote).

Todo esto, se desarrollará en la hermenéutica que el padre misericordioso a dispuesto para alimentarnos en este shabbat de delicias. 

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