Versos del 1 al 27
Era necesario delimitar muy bien el área del Templo y dentro de él, el espacio más sagrado, alejándolo lo más posible de toda mancha externa (vs 7-9).
Porque lo que viene a continuación es nada menos que el regreso de la Gloria del YEHOVAH DIOS al Nuevo Templo (vs 4-5).
La entrada de la Gloria es triunfal. Si para Ezequiel la experiencia del destierro tiene su punto culminante en la partida de la Gloria de YEHOVAH DIOS de Jerusalén, el fin del destierro tiene su inicio en el regreso de la misma Gloria a su punto de partida.
Para el profeta está claro que al estar dispuestos el Templo de YEHOVAH DIOS y el palacio del rey en la misma área se produjo la profanación de la Morada Santa.
Por eso, el Nuevo Templo se reserva un área sagrada que aleja toda posible profanación (vs 10-12).