Versos 1 al 21
Fuera de estos pueblos, el profeta se dirige también contra Tiro en los capítulos 26-27.
De hecho, esta ciudad nunca fue enemiga de Israel, si el profeta la emprende contra ella es por haber sido capaz de resistir durante trece años el asedio de Nabucodonosor, cosa que no pudo hacer Judá.
Lo que podría ser motivo de admiración es para el profeta motivo de irritación, puesto que es una clara resistencia al castigo divino.