Versos del 1 al 14
Contra Jerusalén. Segundo “ay”, dirigido ahora a Jerusalén.
El sentido de este mensaje es que Jerusalén no es consciente de la realidad que está viviendo y la que está por venir.
Los acontecimientos que le hicieron temblar de miedo, es decir, el cerco puesto por los asirios, el profeta lo atribuye al mismo Dios, así como fue obra también divina el hecho de que sus enemigos hayan regresado a su país dejándola intacta.
Pero, aun así, Jerusalén no ha sabido interpretar estos acontecimientos como manifestaciones de YEHOVAH DIOS.
El verso 9 es una especie de sátira contra la terquedad de quienes saben leer (vs 11) pero no saben interpretar (vs 12).
También esta torpeza es vista por el profeta como una acción directa de YEHOVAH DIOS (vs 14).
Versos del 15 al 16
Malaventura. El tercer “ay”o anuncio de desastre evoca el ambiente de discusiones en la corte sobre la conveniencia o no de rebelarse contra Asiria.
Las decisiones estaban llamadas al fracaso, pues para nada tenían en cuenta la propuesta del profeta, o sea, la de Dios.
El profeta sigue convencido que Dios puede transformarlo todo a su modo.
Versos del 17 al 24
Salvación escatológica. En medio de la injusticia promovida por quienes no ponen en práctica los mandatos del Señor, resuena este mensaje esperanzador para quienes aún confían en el Dios de Israel.