Versos del 1 al 30
Últimos oráculos. Jeremías se dirige a sus paisanos refugiados en Egipto para recordarles que el motivo de su situación y de la de toda Judá fue su infidelidad al Señor y que de seguir sus mismos cultos idolátricos en Egipto serán exterminados.
En el verso 17 se menciona de nuevo a la “reina de los cielos” (Jeremías 7, 18), una antigua divinidad femenina también conocida como la diosa madre.
Por tanto, vinculada con la sexualidad y la fecundidad, en Mesopotamia se la conocía como Istar y en Canaán la denominaban Astarté (Jeremías 3, 6).
Para su culto, especialmente de las mujeres, se elaboraban tortas de harina que representaban a la divinidad desnuda.
En el verso 19, las mujeres responden a la invectiva de Jeremías.
Nada de lo que ellas han hecho ha sido a espaldas de sus maridos, así que también ellos deben ser juzgados.
La mención en este pasaje de hombres, mujeres y niños nos indica que el culto a esta divinidad era de tipo familiar.