Verso del 1 al 7
Amenazas contra Jerusalén. El profeta pone en guardia a los benjaminitas que habitan en Jerusalén.
Podría tratarse de algunos miembros de la tribu de Benjamín que se habían refugiado allí, quizá desplazados por la violencia vivida desde la guerra siroefraimita.
Benjamín era el territorio más pequeño, ubicado entre el norte de Judá y el sur de Efraín (Josué 18, 11).
Jerusalén es descrita como un pozo de contradicciones, hay mentira, engaño y opresión.
Por eso será visitada, si la ciudad se cree una pradera, será invadida de rebaños y pastores, pero no para deleitarse en ella, sino para destruirla, la imagen hay que entenderla como ejércitos y jefes.
Las imágenes que siguen nos confirman que se trata de una amenaza de invasión por parte de ejércitos que provienen del norte.
La respuesta de Jerusalén que lucha por defenderse es vista como una “guerra santa”.
Hasta nuestros días, muchas luchas y múltiples ataques se hacen en nombre de Dios, como si se pudiera hablar de ejércitos amigos, ejércitos enemigos de Dios.
Los israelitas tenían la convicción que en sus guerras, YEHOVAH DIOS iba adelante combatiendo a favor de ellos (Deuteronomio 1, 30; 20, 4).
Sin embargo, el mismo Jeremías constatará que dicha compañía ya no será posible, puesto que el mismo Señor ha decidido no sólo abandonar los campamentos israelitas, sino atacarlos (Jeremías 21, 5).
Versos del 8 al 15
Anuncio del castigo. A pesar de la inminente amenaza de invasión, nadie cae en la cuenta de lo que sucede, el mismo profeta siente pesimismo de ser escuchado cuando hasta la misma Palabra de YEHOVAH es objeto de burla (vs 10).
Con todo, mientras el ambiente moral y religioso se pinta tan sombríos, pues ni profetas ni sacerdotes dan ejemplo y hasta maquillan la realidad (vs 14).
La Palabra tiene que ser anunciada a otro auditorio que casi nunca es tenido en cuenta, los muchachos y grupos de despreocupados jóvenes de las calles (vs 11).
Es necesario que la Palabra de YEHOVAH se anuncie siempre a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella (2 Timoteo 4, 2).
Esta Palabra, que no es nuestra, sino de YEHOVAH Dios, aunque no agrade a muchos, se anuncie en todo momento y que desenmascare a quienes son expertos en maquillar la realidad y adormecer la conciencia del pueblo.
Versos del 16 al 21
Rebeldía de Israel. Israel es un pueblo obstinado y terco, ha sido avisado de la situación que se avecina, pero no hace caso, por todos los medios se le ha insinuado que rectifique su camino.
Sin embargo, continúa andando tercamente en contravía del plan de YEHOVAH.
Su obstinación y su culto vacío son motivo aquí de denuncia por parte de su mismo Dios.
Versos del 22 al 30
Invasión del norte. Continúa el tema de la invasión que amenaza desde el norte y se constata ya el temor de los habitantes de Judá.
Sin embargo, la queja de YEHOVAH es que ni aun así cambia la conducta del pueblo.