Versos del 1 al 8
La expedición contra los idumeos y los amonitas. Idumea no es el Edom de Esaú, sino otra dentro del territorio mismo de Israel, al Sur, cerca de Hebrón.
Donde los edomitas emigraron aprovechándose de la destrucción de Jerusalén por los caldeos (Nabucodonosor) en el 586 a.C., hecho que denunciaron los profetas (Ezequiel 25, 12; Amos 1, 11).
Pueblos árabes, especialmente los nabateos, tomaron el territorio de la antigua Edom. Más tarde, en el año 126 a.C., Juan Hircano dominó a los habitantes de Idumea, a los cuales obligó a circuncidarse, poniéndoles como gobernador a Antípater, que fue el abuelo de Herodes el Grande.
Básicamente, surgió una lucha antisemita, los edomitas y los amonitas querían exterminar a los Judíos antes que desarrollaran la capacidad de someterlos, como lo habían logrado anteriormente el rey David y en general los reyes de Israel.
La estrategia empleada era diezmarlos, dando muerte a las pequeñas comunidades judías que le eran circunvecinas y tuvieron éxito, hasta que Judas Macabeo los redujo a servidumbre al confrontarlos en guerra.
El Templo de Jerusalén siempre fue una amenaza para los países vecinos porque ellos veían una relación entre la fortificación espiritual de Israel y la capacidad de su pueblo, para establecerse como líderes políticos y militares en la región, a quienes los estados vecinos le quedaban sujetos como vasallos.
Versos del 9 al 20
Preliminares de las campañas contra Galilea y Galaad. Antes de continuar es necesario entender quién es Israel.
No se trata esta parte de la Historia al basto dominio geográfico conquistado por Josué y afirmado por David, debemos recordar que la tierra fue partida en dos reinos el de Judá en el Sur y el de Israel al Norte.
Debemos traer a memoria que la deportación de Israel del norte a Asiria, nunca se revirtió por lo que ese territorio fue paganizado por cinco culturas mundanas, bajo la influencia griega que indujeron el mestizaje en medio de una feroz transculturización.
Finalmente, este repaso es con la finalidad de ubicarnos mentalmente en el contexto entendiendo, que cuando nos referimos a “Israel” es simplemente el “territorio del reino de Judá del Sur” reconstruido de la mano de Esdras y Nehemías.
Las batallas que plantea este capítulo mencionan combates contra Galilea y Galaad, sitios geográficos que, si bien pertenecieron a la Israel de David, en el tiempo de los macabeos, eran territorios ocupados por edomitas y amonitas, quienes a su vez habían sido despojados de sus territorios, por continuos levantamientos suscitados.
Retomando, las comunidades de los Israelitas estaban siendo seriamente amenazadas de ser extinguidas simultáneamente en dos regiones distantes.
Judas, tomó la decisión de partir el ejército con que contaba en tres para hacer frente a las amenazas simultáneas y proteger al mismo tiempo a Judá.
Versos del 21 al 23
La expedición de Simón contra Galilea. Simón Macabeo, emprendió la guerra en el territorio de Galilea según el plan y exterminó en gran manera a los Tolomeos teniendo que emprender la huida al exilio de sus comunidades hasta volver a los límites de sus regiones antiguas.
Los cautivos Israelitas, sus mujeres y niños, fueron librados del opresor, así mismo, con todo el botín se trasladaron en medio de la festividad del triunfo a Judea, para dar gracias y rendir culto a YEHOVAH el Dios que los Salva.
Versos del 24 al 36
La expedición de Judas Macabeo contra Galaad, por su parte, Judas y Jonatán en Galaad recibieron informes del estado de sus hermanos y las ciudades ferozmente atacadas y diezmadas.
La estrategia consistió en asentar todos juntos un golpe rotundo a cada ciudad sin subdividir el grupo, el desquite fue una ciudad por vez iniciando con Basora.
Igualmente, se desplazó a cada ciudad asediada recuperándolas bajo infringir poderosos ataques sorpresas contra los enemigos del pueblo Judío, propinándoles bajas importantes en sus fuerzas de guerreros dejándolos sin otra opción diferente a emprender la huida.
Todo aconteció en el mismo momento que Timoteo pretendía tomar la fortaleza de los cautivos Judíos, pero fue sorprendido por el grito en oración y las trompetas de los macabeos que hacían juicio de muerte contra los impíos.
Versos del 37 al 54
Victoria definitiva de Judas Macabeo en Galaad. Los datos Históricos ya están reseñados, resulta interesante ver el reporte que le traen a Judas.
Le dicen que todas las naciones se unieron a Tolomeo para atacarles, es decir, el mundo pagano contra los judíos se estaba preparando al otro lado del río para venir a exterminarlos.
Ahora bien, Judas no se aminoró por tal reporte, al contrario, afianza su estrategia en lo que más le ha funcionado que es el atacar por sorpresa.
Los enemigos al superarlos en número piensan con la lógica que no podrán ser neutralizados.
Judas sabe que el factor sorpresa trae como resultado la parálisis propia que infunde el miedo, por ello, con total valentía decide cruzar y ser su ejército quien se abalance contra Timoteo y sus aliados, a fin que estos experimenten el miedo de su carnalidad y emprendan la huida.
Los planes del enemigo son una cosa muy hermosamente elaborada, pero la fortaleza espiritual inquebrantable, solo es propia de quienes están santificados para YEHOVAH DIOS, por lo tanto, el miedo que experimenta el enemigo le hace abandonar su plan y dividirse para correr a salvaguardar su carnalidad.
Judas Macabeo aprovecha esta condición, arma tres columnas y emprende un ataque de persecución en simultáneo, dando muerte al mayor número posible de los contrarios.
Al final se refugiaron en un templo pagano, donde fueron consumidos por el fuego que ordenó Judas sobre ellos.
De esta forma se logró la derrota definitiva sobre Timoteo y sus aliados vecinos, estableciendo el dominio Israelita sobre Galaad.
Versos del 55 al 62
La derrota de José y Azarías en Iamnia, cabe destacar, los datos curiosos que el escritor nos aporta.
Nos muestra a dos prominentes comandantes del ejército de Israel, que movidos por el deseo de ser considerados célebres guerreros, emprendieron por su cuenta un ataque contra los paganos que les eran vecinos para vencerlos.
Esa decisión independiente para cubrirse de gloria, les valió una gran derrota y la muerte de unos dos mil guerreros Israelitas, emprendiendo la huida hasta las fronteras de Judea.
Cuando se transgrede la cadena de mando se sale de cobertura y se padecen las consecuencias.
La unción para dirigir la guerra santa estaba sobre Judas Macabeos, por ello, toda desobediencia los dejaba expuestos a los enemigos.
Versos del 63 al 68
Otros triunfos de Judas Macabeo en Idumea y Filistea. Judas y sus Hermanos Macabeos gozaban de ser célebres entre las naciones que conocían de sus hazañas.
Logró someter a los descendientes de Esaú que estaban en posesión de Hebrón, los menguó y derribó sus dioses falsos.
Judas avanzó hasta territorio filisteo y de igual forma atacó sus fortalezas incendiando ciudades y altares de idolatría, por la mano de YEHOVAH DIOS, logró establecer seguridad en Judea extendiendo sus fronteras hasta el límite de los territorios conquistados.
Finalmente, se agrega intercaladamente una nota fatídica, referente a unos sacerdotes motivados a procurarse por su propia gloria y resultaban vencidos.
Notemos que el fundamento de la lucha de los Macabeos, nada tenía que ver con la fama que la gente ambiciosa procuraba para sí misma.
El motivo de su lucha era la prevalencia del Santuario de YEHOVAH DIOS y su Palabra de Vida.
La honra que recibían de los hombres venia como un efecto colateral, pero era un fin en sí mismo, era un resultado colateral de poner al Altísimo en primer lugar.